Guapo

Publicado el 28 julio 2015 por Alejandropumarino

Bromeó el Sr. Iglesias el otro día al no encontrarse ente la lista de políticos más atractivos del país, en la que Pedro Sánchez ocupa un lugar destacado, sustituyendo al leonés errante, que también tenía su puntito. Lo de D. Pablo no me extraña porque además, la imagen forma parte del sacrificio que exige la vida del progresista militante; el desaliño estudiado, la coleta, las mangas de la camisa siempre remangadas hasta el codo, forman parte del marchamo que distingue a la gente comprometida y solidaria de la que no lo es. Después, desde la atalaya alcanzada al poseer la verdad en lo políticamente correcto, se puede mirar con tanto desprecio como indiferencia al resto de mortales que disienten desde la ignorancia más supina. Claro, de ese modo no es posible ser guapo a rabiar o arrancar suspiros entre la pléyade de féminas que abarrotan mitines y platós, que es allí donde verdaderamente se forja la carrera de un político. Se comparó el líder podemita a Garzón, de IU, que anda mendigando las migajas perdidas por el Sr. Iglesias, que pese a todo, ve mermar la intención de voto hacia su formación a medida que paga las facturas de Carmena o de Colau. El modelo griego se viene abajo, Tsipras forma parte de la casta, haciendo justo lo contrario de lo que prometió y la alcaldesa de Madrid gasta las energías en darle una plaza a Pedro Zerolo antes que tajar los problemas de la ciudadanía que dice representar. El panorama es más ensombrecedor que hace unos meses y no me extrañaría que D. Pablo se convirtiese en guaperas oficial de la formación emergente, porque, como el mismo dice, es necesario vivir con las contradicciones. Una más importa bien poco.