Con este es el tercer post que dedico a las guarniciones. Me encantan los platos únicos.
Hoy os enseño una facilita de patata y cebolla, pero por si os pasa como a mi que no os quedan en casa patatas adecuadas para freír y tenéis que usar las de cocer, os explicaré como prepararlas para que no se os deshagan con la cocción.
Es importante que el plato terminado resulte agradable a la vista. La salsa y cualquier otro acompañamiento que decidamos añadir, para completar debe estar en consonancia con el ingredientes principal. Por ejemplo, a las chuletas de Sajonia a la plancha no le quedarían demasiado bien unas patatas cocidas sin más. También resultaría algo soso acompañarlas con arroz hervido, aunque lo termináramos salteando en la sartén. Sin embargo un pisto con hortalizas de temporada, Setas salteadas con mucha cebollita y nata, o unas judías verdes cocidas al vapor salteadas con sofrito de cebolla y tomate le podrían quedar genial. Y como no, el clásico sofrito de patatas y cebollas...
Ingredientes
Patatas (en este caso harinosas)Cebolla de Figueras u otra variedad de cebolla fina y dulceAceite de olivaSal Pimienta negra de molinilloChuletas de Sajonia
Pelar y lavar las patatas. Secar con un papel de cocina (importante). Cortar por la mitad a lo largo. Hacer rodajas no demasiado finas con el resto (observar la fotografía).
Pelar la cebolla. Cortar por la mitad. Cortar de nuevo a rodajas, no demasiado finas, en forma de media luna.
Calentar aceite en una sarté,, una cantidad similar a la que se utiliza cuando se hace tortilla de patatas. Deben quedar 1/3 parte de las patatas sumergidas en el aceite. Para que no se os deshagan las patatas durante la cocción, antes de echarlas a la sartén el aceite tiene que estar muy caliente. Tiene que oirse el rugido del aceite cuando introduzcáis las patatas en él.
A continuación, añadir las cebollas. Sazonar con sal y pimienta. Dar una vuelta para que se todo se impregne del aceite. Tapar y reducir el fuego al mínimo.
Las patatas tienen que sofreír sin moverlas hasta que estén blanditas por arriba. Antes de dar la segunda vuelta subir el fuego unos instantes para que se doren por abajo, aunque comprobaréis que ya habrán cogido bastante color.
Con una rasera amplia dar la vuelta a las patatas. Volver a sazonar con sal y pimienta. Mantener el fuego al mínimo, y ya solo nos queda que cojan un bonito color dorado. Colar del aceite y reservar al calor.
Hacer a la plancha las chuletas. Yo no las he cocinado con aceite sino que he untado la base de la sartén con un poquitín de mantequilla. No hace falta sazonar con sal porque ya tienen.
Las tres condiciones para que las patatas no se deshagan es el grosor del corte. Que el aceite no esté frío al introducir las patatas en la sartén para que no se peguen al fondo. También procurar no remover más de lo necesario, sobre todo cuando todavía no están doradas.
Aquí podéis ver la receta del cordero al horno. En la fotografía se puede apreciar que si las patatas "para cocer" se cortan gorditas también se pueden usar en otros platos de cocciones más largas.