El trazado de mapas en tres dimensiones y la tecnología GPS han sido los protagonistas del descubrimiento de la pirámide de Holtun, también llamada Cabeza de Piedra, en Guatemala.
Gracias a estas herramientas los investigadores encontraron toda una ciudad maya: cientos de edificaciones entre las que se cuentan un observatorio astronómico y un escenario de rituales.
En muchas ocasiones las nuevas tecnologías constituyen herramientas efectivas para los descubrimientos científicos.
La técnica repercute en muchos ámbitos diferentes, y lo que en principio está destinado a una comercialización que proporcione rentabilidad a la empresa que ha llevado a cabo el desarrollo, puede servir para la investigación en áreas sobre las que no se había pensado.
El caso de la ciudad maya de Holtun o Cabeza de Piedra, en Guatemala, ilustra bien esta simbiosis entre tecnología y descubrimientos científicos sin relación aparente. Los científicos de la Universidad de Dallas que han realizado el descubrimiento se han basado en los mapas en tres dimensiones, así como en la información recogida mediante GPS para llevar a cabo su hazaña.
Según informa National Geographic, mientras los investigadores utilizaban herramientas de GPS y realizaban mediciones electrónicas a distancia sobre toda la zona, se percataron de una serie de elevaciones. Afinando, dieron con la pirámide de Holtun y descubrieron un emplazamiento que puede considerarse en sí como una ciudad. Hay un observatorio astronómico, un escenario preparado para rituales, construcciones residenciales en piedra y otras estructuras de origen maya.
Brigitte Kovacevich, líder del grupo de investigación, destaca la importancia de esta ciudad precolombina a sólo 30 kilómetros de la inmensa Tikal: “Muchas veces los arqueólogos están buscando en las pirámides más grandes y los templos para encontrar tumbas de los primeros reyes, pero durante el periodo medio preclásico tardío (entre el año 600 a.c. y el 300 a.c.) el rey no es el centro del universo todavía, así que probablemente sería enterrado en el hogar.”
La afirmación del investigador, junto al carácter residencial de la ciudad descubierta apunta hacia posibles enterramientos de reyes en Holtun, con lo que adquiriría una gran importancia.
No es la primera vez que el GPS y la geolocalización sirven para descubrir restos arqueológicos. Con ayuda de Google Earth se dio con unos 2.000 yacimientos de los que no se tenía noticia hasta ese momento.
fuente:National Geographic