Guédiguian, la casa junto al mar

Por Jgorostiza

Cubierta de caimán cuadernos de cine

En el último número de caimán cuadernos de cine, se publica una interesante entrevista que le hizo Esteve Riambau a Robert Guédiguian, titulada «Chéjov y Brecht. Naturalismo y parábola», a raíz del estreno de su última película La Villa, titulada en España La casa junto al mar. Riambau le dice que sus «personajes son chejovianos pero habitan en un espacio que es muy metafórico, casi teatral, muy brechtiano» y el director francés contesta: «Soy un usurpador. Hago un cine que no tiene nada de naturalista pero el público, incluso cierta crítica, cree que yo vivo en Marsella, que salgo a la calle con mis amigos y rodamos. Es falso. Todo es fruto de una construcción y, en ese sentido, aunque fuesen teóricamente antagónicos, intento conciliar a Chejov y Brecht: unir el naturalismo con la parábola. Aunque entonces yo no lo sabía, eso ya estaba en mi primer film y desde entonces no he dejado de hacerlo. Soy un falso naturalista, un naturalista de fachada». La recreación de lo real en la ficción es más verosímil que la propia realidad. Junto a la entrevista, hay un texto de Riambau que comienza: «La cala en la que está rodada La casa junto al mar es un lugar emblématico para Robert Guédiguian. Situada a pocos kilómetros de Marsella, parece que, en ella, el tiempo se haya detenido. Los trenes pasan de largo sobre ese puente que pintaron Cézanne y Braque y que el propio cineasta ya había filmado anteriormente. Durante un par de meses del invierno de 2016, allí no había otros habitantes que el equipo de la película. Tres casas habían sido decoradas para la ficción y solo los personajes transitaban por ese gran decorado». Riambau termina su texto contando que en 1999 estuvo en esa casa para hablar con el cineasta francés cuando estaba preparando su libro Robert Guédiguian: Grandes ilusiones, porque en realidad el edificio pertenece al director y su mujer la actriz Ariane Ascaride, una relación entre cineasta y arquitectura, que vuelve a incidir en el papel fundamental de los edificios tanto en lo real, como en la ficción.