Guernica

Publicado el 13 julio 2014 por La Hispaña @lahispa


El Cuadro del Guernica es sin duda la obra más importate de Picasso, no sólo por sus increíbles dimensiones (776 x 349), si no por todo lo que cada elemento del cuadro representa. El cuadro fue realizado entre los meses de mayo y junio de 1937, por encargo de Josep Renau, con el fin de ser expuesto en el pabellón español de la exposición Internacional de París, para recabar apoyos para el frente republicano en la terrible guerra que asoló España, la Guerra Civil. Actualmente, el cuadro se puede visitar en el Museo Reina Sofía, aunque antes estuvo ubicado en el Casón del Buen Retiro en Madrid.
El cuadro representa el Bombardeo de la localidad de Guernica, en la Guerra Civil Española, pero este instante se puede extrapolar a todas las guerras que se suceden actualmente en el Mundo, Picasso quería que fuese un alegato contra la guerra totalmente universal. Cada elemento del cuadro tiene un significado.
Madre con un Niño Muerto en Brazos: representa el concepto de Piedad, existe un paralelismo entre este elemento y la Virgen María con su Hijo Muerto.
Bombilla: algunos la relacionan con una bomba. Representa el avance de la tecnología, que en este caso se une para crear una forma de destrucción masiva.
Mujer sujetando un Quinqué: pone luz al momento. Está en estado se shock.
Toro: observa el escenario de guerra, cómo el mismo autor afirmó, el toro representa la oscuridad y brutalidad. Aunque muchos han querido ver en él, un retrato de Picasso.
Paloma: es un elemento que ha simple vista no se ve. Tiene el ala caída, lo que representa es la paz rota.
Guerrero Muero: en un brazo sostiene una espada rota y una flor lo que indica un rayo de esperanza en un panorama totalmente devastador.
Caballo: representa la fiesta, la tauromaquia. Al igual que el toro, vuelca la cabeza hacia el lado izquierdo.
Mujer Arodillada: representa la huida a causa de la guerra.
Una forma que hay que destacar en el Guernica, es la de los ojos de muchas de las mujeres que aparecen en él. En forma de lágrima, aumentando, sí cabe, la expresividad de la obra.