Si pese a estas precauciones, la araña roja se ha instalado en forma de plaga en nuestro huerto urbano, tendremos que tomar medidas. ¿Cuáles? Existen diversas opciones para controlar este tipo de plagas. Para empezar, vamos a hablar del control biológico. Se le llama así a las tácticas de lucha consistentes en introducir otro elemento vivo propio del ecosistema y que consiga equilibrar (o eliminar) por completo a nuestro enemigo de manera natural. En el caso de la araña roja, se pueden usar varios depredadores naturales como el ácaro fitoseido Phytoseiulus persimilis o el Amblyseius californicus que, además, se alimenta de polen por lo que se puede distribuir por el huerto antes incluso de que aparezcan los primeros ejemplares de araña roja. Estos métodos, si bien son utilizados en la práctica comercial de la horticultura para proteger los cultivos de invernadero, no son muy habituales en los huertos urbanos cultivados como hobby como es nuestro caso así que probaremos otros remedios más cómodos y al alcance de todos nosotros. Por ejemplo, pulverizar el agua conseguida de infusionar ortigas secas, ajenjo o helechos es una buena manera de repeler este insecto al igual que distribuir pieles de cebolla por el suelo de nuestro huerto urbano.
Si pese a estas precauciones, la araña roja se ha instalado en forma de plaga en nuestro huerto urbano, tendremos que tomar medidas. ¿Cuáles? Existen diversas opciones para controlar este tipo de plagas. Para empezar, vamos a hablar del control biológico. Se le llama así a las tácticas de lucha consistentes en introducir otro elemento vivo propio del ecosistema y que consiga equilibrar (o eliminar) por completo a nuestro enemigo de manera natural. En el caso de la araña roja, se pueden usar varios depredadores naturales como el ácaro fitoseido Phytoseiulus persimilis o el Amblyseius californicus que, además, se alimenta de polen por lo que se puede distribuir por el huerto antes incluso de que aparezcan los primeros ejemplares de araña roja. Estos métodos, si bien son utilizados en la práctica comercial de la horticultura para proteger los cultivos de invernadero, no son muy habituales en los huertos urbanos cultivados como hobby como es nuestro caso así que probaremos otros remedios más cómodos y al alcance de todos nosotros. Por ejemplo, pulverizar el agua conseguida de infusionar ortigas secas, ajenjo o helechos es una buena manera de repeler este insecto al igual que distribuir pieles de cebolla por el suelo de nuestro huerto urbano.