Guerra a los hematomas

Por Formulabelleza

En infinidad de ocasiones no nos atrevemos a llevar a cabo un tratamiento estético, por la posibilidad de que salgan moratones, es decir, hematomas, en la zona tratada.

Incluso a veces, una pequeña intervención de estética, deja esas secuelas y nos impide reintegrarnos a la vida normal hasta que han transcurrido unos días tras la intervención…

Tampoco hay que olvidar los peelings ni el láser, ni otros agentes, que irritan la epidermis y consiguientemente la enrojecen sobremanera…

Y entonces el dilema se presenta, porque queremos estar mejor y más guapos, sin “dejar huellas” ….

Pero es posible evitar estas contingencias “post-operatorias” gracias al “Maquillaje estético” para disimular los efectos momentáneamente adversos de algunos tratamientos, e incluso hacerlos “invisibles” .

1º-Corrector:

Permite disimular las imperfecciones y resaltar posteriormente las virtudes del rostro.

Se aplica mediante pequeños toques, y a continuación se funde con el maquillaje de base.

Los correctores de color verdoso ocultan las marcas rojas y violáceas, y los amarillos las manchas marrones.

Su eficacia es indudable, y alcanza incluso a los puntos rojos y a las manchas cutáneas, que se hacen invisibles debajo de una barra de color verde.

Para los ojos basta con un pequeño truco para conseguir el efecto de que se encuentran lo suficientemente abiertos. Con el lápiz apoyado en el medio del párpado, a raíz de pestañas, trazar una línea que finalice en su extremo externo, evitando en la medida de lo posible los colores demasiados oscuros, que pueden resultar artificiales

¿Qué tal un gris topo, o ciruela oscura? casi siempre favorecen, y en esos mismos tonos, se utiliza la máscara de pestañas ¡no demasiada!

Cuando al aplicarla sobre ellas se las dirige hacia las sienes, el efecto será de ojos rasgados. Maquillándolas hacia arriba, se les hace parecer más grandes. Aplicada hacia el extremo opuesto al lagrimal les vuelve almendrados.

Y para darles más luz, poner una sombra muy clara justo a ras  de las pestañas inferiores

En los labios un poco de brillo con color, perfilándolos a priori.

2º- Fond de Teint:

Existen básicamente cuatro tonos de piel y la cosmética se ciñe a ellos:

Piel muy clara, clara, media y morena.

Y hay cuatro familias de color también:

-Los neutros, naturales y terrosos (blanco/negro, grises, caquis, cremas y amarronados).

-Los tostados, corales y rojos.

-Los rosas, rosados y fucsias

-Los violetas, azules y burdeos.

Y en cuanto a las texturas, la de barra y las bases completamente mates son habitualmente las elegidas.

La forma de aplicación, la mezcla de tonos y texturas y los acabados “post hematomas y rojeces”, son una autentica invitación a vencer definitivamente el miedo a que “se me note mucho”.
¡Maravilloso colorete!

En textura de crema, se activa al contacto con la piel:

Long Lasting Infinity Blush de Camaleon Cosmetics tiene una textura suave y aterciopelada, que es perfecta para evitar que se marquen los poros, como ocurre con los coloretes en polvo, y que resiste en tus mejillas todo el día. tiene la capacidad de desviar la atención del rostro a las mejillas, lo que lo convierte en el aliado perfecto para disimular imperfecciones y facciones prominentes, sirviendo de apoyo al contouring y al corrector para resaltar los pómulos e iluminar el rostro.

Disponible en cuatro tonos vivos, disimula los signos de cansancio y deja sobre las mejillas un color sutil que proporciona un aspecto radiante.

  • Tono ROSA para conseguir un resultado romántico.
  • Tono CORAL un tono vivo que despierta el rostro.
  • Tono FRAMBUESA para un look arriesgado y rompedor.
  • Tono MELOCOTÓN para un maquillaje natural a diario que alargue el bronceado, ideal para el otoño