La policía en Nueva Zelanda y Europa ha realizado una serie de detenciones en los últimos días, relacionadas con una investigación que encabeza la agencia estadounidense FBI al sitio Megaupload.com.
El grupo ha sido acusado de llevar a cabo una trama que habría costado más de 500 millones de dólares (386 millones de euros) a los dueños de derechos de autor y generado unos 175 millones de dólares en ganancias por suscripciones y publicidad.
Los abogados de Megaupload dicen que la compañía simplemente ofrecía almacenamiento en internet.
FileSonic, que se considera a sí misma como una "compañía de almacenamiento ilimitado", dijo en un comunicado en su sitio que sólo se permitiría a sus usuarios acceder a sus propios archivos.
"Todas las funciones para compartir de FileSonic están suspendidas. Nuestro servicio sólo puede usarse para cargar y recuperar archivos que un usuario ha subido personalmente".
La empresa, que tiene direcciones en Reino Unido y Hong Kong, no respondió inmediatamente a un correo electrónico pidiendo más detalles sobre la decisión.
El caso de Megaupload se ha producido mientras el debate sobre la piratería en internet llega a un punto álgido en Washington, donde el Congreso está tratando de aprobar una ley más restrictiva.