Actualmente, en el mercado latinoamericano existen muchas aplicaciones (apps) que ofrecen una amplia variedad de platos internacionales, comidas americanas, europeas, asiáticas, mexicanas, vegetarianas, por nombrar solo algunos. Las principales apps en este rubro son: PedidosYa app uruguaya que despego en el 2009 adquirida en un 70% en el 2014*por Delivery Hero una compañía de origen alemán líder mundial en entrega de alimentos en linea y que cotiza en bolsa); Uber Eats lanzado por Uber en 2014; Rappi app colombiana lanzada en 2015, la cuál no solo te lleva comida desde restaurantes sino todo lo que le pidas, solo indicas el lugar y los productos que necesitas y ellos se encargan de comprarlo y llevártelo; y Glovo una plataforma de origen español, cuyas actividades están centradas en América Latina y ademas de entregar comida, entregan productos de supermercado, productos de farmacia, y demás. Rappi y Glovo tienen un servicio más ampliado, van mas allá de las comidas (están en crecimiento), van dirigidas personas con poco tiempo para salir de compras o personas mayores con dificultades para moverse o trasladarse, o simplemente por comodidad entre otros temas.
En esta guerra feroz por destacarse, hacer marketing y ganar mercado (por cierto, un mercado maduro para comidas), las aplicaciones de delivery de comidas ofrecen cupones y bonificaciones de manera semanal a sus usuarios, impulsando enérgicamente sus ventas en el campo de batalla, en donde los repartidores son los soldados que deben demostrar sus mejores habilidades logrando distribuir sus pedidos en tiempo récord y brindando el mejor servicio posible, transformándose en verdaderos héroes del transito y de nuestros pedidos.
La única duda que surge en todo es como se distribuye el ingreso de la venta, entre los comerciantes, repartidores, apps, tarjetas de crédito e impuestos (recaudación del estado), en algunos casos no nos cierran los números y nos preguntamos ¿cuales son los modelos de negocio?, porque la realidad supera el conocimiento y el sentido común. A modo de ejemplo; un pedido de U$S 12, con una bonificación de U$S 3 y una entrega con un recorrido de 10 km los repartidores pueden ganar hasta U$S 6 más propina, dependiendo de la aplicación también puede ser una retribución fija por hora o mensual más propinas. ¿Será que algunas de las partes interesadas o actores de la cadena van a perdida o están en el punto de equilibrio por ganar y satisfacer clientes actuales o futuros?
En resumen, PedidosYa de tener posición casi monopólica en restaurantes y gastronomía-comidas (etapas de introducción y crecimiento), con varias fuentes de financiamiento, fondos propios por ventas*, de tener éxito sin precedentes con abundantes beneficios y utilidades (caso de estudio en universidades), ser primero en hacer muchas cosas y tener una posición inmejorable de monarca paso a estar en hipercompetencia, a perder participación, a adquirir mercado como en Panamá (compró Appetito24) o a retirarse de algunos mercados como México y Brasil, donde vendió su negocio*. Invirtió en publicidad de la marca en medios masivos como ninguno, para consolidar su posición de liderazgo de un mercado maduro de comidas en latinoamerica.
Por el contrario, PedidosYa quedó rezagado en el mercado de delivery de compras, que es un mercado que esta en crecimiento, tuvo una respuesta tardía y una mala experiencia (TiendaYa, mercado de prueba en Uruguay). Al parecer, no pudo marcar tendencia e incorporar otras categorías (supermercados, farmacias, tiendas, etc) dentro de la misma app de PedidosYa, habrá entendido que era diversificar en mercado y producto/servicio. ¿Será que esperan habilitar en un futuro a los drones?
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