Guerra Sucia y bajeza en la campaña electoral española

Publicado el 28 marzo 2019 por Franky
España está exhibiendo como nunca antes su bajeza política en la actual campaña electoral, dominada como ninguna otra en el pasado por la guerra sucia y la mentira. El boicot de todos a VOX, la utilización que hace Pedro Sánchez del dinero y los recursos públicos para ganar votos, el engaño descarado a los votantes, las promesas que nunca serán cumplidas y otras lindezas antidemocráticas carentes de ética jalonan y envilecen la campaña electoral más sucia e indecente desde la muerte de Franco, en la que las redes sociales se están convirtiendo en un recinto dominado por el vómito y el asco. --- La guerra total contra contra VOX, que es un partido que se alimenta del descontento y la frustración de los españoles para crecer sin cesar y cuya estrategia se basa en protestar ante los abusos y arbitrariedades del sistema español, planteando los temas que los demás partidos, carcomidos por la corrupción, han vetado, es, sin duda, el elemento más sucio y antidemocrático de la campaña. El cinturón sanitario con el que los restantes partidos han rodeado a VOX es la muestra mas clara y fehaciente de que la política española está irremediablemente podrida y necesitada de una regeneración profunda que le lleve de nuevo a la democracia y la decencia.

Pero no es esa la unida sucia barbaridad porque la mentira lo domina todo. Sanchez, además de utilizar descaradamente en beneficio propio las encuestas del CIS, financiado con dinero público, promete a diario lo que nunca podrá cumplir y presenta como logros y promesas electorales inamovibles decisiones del Consejo de Ministro que nunca serán ratificadas. El mismo Sánchez ignora que la política de tierra quemada de sus socios catalanes lleva al país hasta el borde de la ruptura y de la ruina económica y ha prohibido a los suyos hablar de la suciedad del independentismo catalán, con el que proyecta aliarse de nuevo, y de una economía que, acosada por su gasto excesivo y subidas de impuestos, está a punto de entrar en otra gran crisis.

Por su parte, Casado y Rivera mienten con preocupante frecuencia, como lo hacen al afirmar que "han acabado" con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el tributo más odiado del país, cuando sólo han prometido, mintiendo también, que lo van a bonificar, ocultando que su medida sólo incluye a hijos y nietos, dejando intacto el aterrador impuesto a las herencias para el resto de los parientes que heredan.

Pero si hay un ejemplo de juego sucio en esta campaña electoral de letrina es el que se despliega en las redes sociales. El mensaje sobre el voto 1-1-1 al Senado es el gran ejemplo de cómo un partido político, sin un solo gramo de ética en sus venas, utiliza la comunicación para engañar y confundir:

Millones de españoles están recibiendo el siguiente mensaje, que, enviado por amigos y compañeros, parece veraz y se ha hecho rápidamente vital:

NO REGALEMOS EL SENADO A PEDRO SÁNCHEZ: con el voto 1-1-1 es posible

En la papeleta del Senado, pon las tres X así:
X al primer candidato de Ciudadanos
X al primer candidato del PP
X al primer candidato de Vox

Si todos los votantes de Ciudadanos, PP y Vox votamos así, lograremos en la mayoría de las provincias este resultado:
Ciudadanos: 1 senador
PP: 1 senador
Vox: 1 senador
PSOE: 1 senador

En cambio si cada uno vota a los tres candidatos de su propio partido, el resultado será:
PSOE: 3 senadores
PP o Ciudadanos: 1 senador
Y Sánchez tendrá mayoría absoluta en el Senado.

¿Que prefieres?
VOTA 1-1-1

El mensaje, aparentemente redactado por los partidos de derecha, está redactado por los activistas del PSOE y pretende engañar al electorado haciendoles votar de forma que el socialismo salga beneficiado y obtenga la mayoría en el Senado, un espacio de la democracia vital, necesario para aplicar el artículo 155 a los golpistas catalanes. El PSOE lo está difundiendo de manera masiva por todas sus redes, muy reforzadas en esta campaña. La fórmula les beneficia a ellos porque diluyen y fraccionan el voto a los otros partidos.

El odio ha penetrado con fuerza en la escena, acompañado del miedo y la falsedad. Los grandes partidos que se juegan el poder, en especial el PSOE, el PP, Ciudadanos y Podemos, han reforzado significativamente sus aparatos de propaganda y han abordado sin escrúpulos las líneas más sucias e indignas de la propaganda política moderna, desde las fake news hasta la mentira pura y dura, sin olvidar el rumor y la destrucción del prestigio y la fama del contrario. Las trituradoras de carne están a tope y los inventores de mentiras y falacias están cobrando mucho dinero, quizás de origen público. La campaña, con esos recursos desatados, es la más sucia de la España que sucedió al Franquismo y, sin duda, la más repugnante desde el punto de vista ético y democrático.

Decenas de empresas especializadas en utilizar la suciedad y ganar elecciones a base de mentiras y engaños han sido contratadas por partidos políticos dispuestos a todo con tal de ganar el poder. Son como bestias que se alían a bestias expertas para engañar al ciudadano, al que en democracia están obligados a servir e informar de manera decente y veraz. España, con su clase dirigente y política corrompida hasta el tuétano, está convirtiendo las elecciones del 28 de abril en un inmensa lago de excrementos.

Algunos observadores, por primera vez desde la muerte del dictador, están expresando, incluso, temores de que el resultado de las elecciones resulte alterado y exigen que los resultados de cada una de las mesas se publiquen y que no se destruyan las papeletas de cada mesa electoral, después del recuento, como es habitual en España.

En fin, la España de los políticos exhibiéndose en toda su salsa e impudicia, revolcándose en la basura y apestando en los cinco continentes.

Francisco Rubiales