Dado que la astronomía aún no puede ofrecer planetas colonizables a una distancia que esté a nuestro alcance, no se puede evitar llegar a la triste conclusión de que la Tierra es una isla. No habrá otro lugar adónde ir una vez que se hayan agotado las tierras y arrasado los campos de materias primas. El problema es que como se están agotando los recursos para la supervivencia, al menos en algunas regiones de África, Asia, Este de Europa, América del Sur, el Ártico y los países isleños del Pacífico, cada vez más personas contarán con una base menor para asegurarse la supervivencia. Y es evidente que esto llevará a conflictos violentos entre todos los que pretendan alimentarse de una única porción de tierra o beber de la misma fuente de agua que se agota, como también es evidente que dentro de un tiempo no muy lejano será difícil distinguir razonablemente entre los refugiados climáticos y los refugiados de guerra, porque las nuevas guerras están condicionadas por el clima y las personas huyen de la violencia. Como tienen que quedarse en algún lugar, se desarrollan nuevas fuentes de violencia: en los propios países, en los que no se sabe qué hacer con los refugiados internos, o en las fronteras de los países a los que pretenden emigrar, donde no son en absoluto bienvenidos.''
Dado que la astronomía aún no puede ofrecer planetas colonizables a una distancia que esté a nuestro alcance, no se puede evitar llegar a la triste conclusión de que la Tierra es una isla. No habrá otro lugar adónde ir una vez que se hayan agotado las tierras y arrasado los campos de materias primas. El problema es que como se están agotando los recursos para la supervivencia, al menos en algunas regiones de África, Asia, Este de Europa, América del Sur, el Ártico y los países isleños del Pacífico, cada vez más personas contarán con una base menor para asegurarse la supervivencia. Y es evidente que esto llevará a conflictos violentos entre todos los que pretendan alimentarse de una única porción de tierra o beber de la misma fuente de agua que se agota, como también es evidente que dentro de un tiempo no muy lejano será difícil distinguir razonablemente entre los refugiados climáticos y los refugiados de guerra, porque las nuevas guerras están condicionadas por el clima y las personas huyen de la violencia. Como tienen que quedarse en algún lugar, se desarrollan nuevas fuentes de violencia: en los propios países, en los que no se sabe qué hacer con los refugiados internos, o en las fronteras de los países a los que pretenden emigrar, donde no son en absoluto bienvenidos.''