Guerrera que ha peleado muchas batallasa veces por necesidad, a veces por deseoa veces por ignoranciaa veces por la ebullición de los volcanes que me habitan.Como si viniera de Sarmacia o hubiera peleado en Troya.¿Acaso con el pecho cercenado para acomodarme el arcoen la noche triste de Tenochtitlan?Acaso con este fuego del centro del universoque no me permite detenerme y aceptarque el mundo sigue girando sin mi, tranquilamente.
Arco, lanza, hacha, escudo y casco me derrumban.No puede ya mi cuerpo con tantos semáforos derretidosescurriéndose por las alcantarillas.Quiero que me arrastren los ríos que ya no se devuelvensobre sus cauces muertoscauces amortajados para el funeral con coronas de plásticoy llantas Good Year-Firestone.
Piedra de Fuego, eso soybuscando ansiosamente un río de agua frescapara apagar la sed del miedoel hedor de azufre en cada hueco desoladoque se dispara estridente sobre mi camisa.Batallas candentes las de mi ropa.
Walkiria en la corriente de otros ríos que no son míosy que viaja a mares de otras latitudes. Perdida estoy.