Definitivamente, Jonathan Hickman es uno de los mejores guionistas que Marvel tiene en nómina en la actualidad. Sin duda, el guionista que muchos quisiéramos para relevar a Bendis y llevar al Universo Marvel a cotas desconocidas. ¿Exagerado?; No si eres seguidor de sus Guerreros Secretos.
Durante casi una treintena de entregas, Hickman ha entrelazado la historia conocida del Universo Marvel con una desconocida pero mucho mas interesante, que nos lleva a conocer la íntima relación entre organizaciones como HYDRA, SHIELD ó la (para nosotros) desconocida Leviatán. Todo ello sin olvidar el pasado de Furia y sus Comandos Aulladores o su relación con El Zodiaco. En un ejercicio casi de malabarismo, conjuga retrocontinuidad con el presente y, es de suponer, el futuro próximo de Marvel. Todo a través de un guión enrevesado, lleno de sorpresas y giros inesperados, creando una novela de espías donde los personajes son piezas de un gran tablero de ajedrez en la que Nick Furia se convierte en Gran Maestro a costa de sacrificios personales casi titánicos.
La sorpresa inicial de la serie, con aparición estelar en plena Invasión Secreta de los acólitos de Furia, derivó en un interés casi febril por conocer qué es lo que realmente sabíamos y qué era tan solo un juego de cartas con el que Hickman nos engañaba. Cada paso estaba pensado de forma milimétrica, sin que sobrara o hubiera que añadir algo a la trama.
Uno no puede evitar media sonrisa al ver como termina la historia, con un viejo rockero como Furia demostrando que tiene mucho que enseñar todavía.
Ahora, a esperar el Omnibus para colocarlo en el lugar de honor que merece la serie.
Valoración:9