Todos los hogares tienen una cocina, por lo que en todos los hogares va a existir, al menos, una sartén. Son utensilios que se utilizan en el día a día y que acompañan a las personas en toda su vida. Aunque se adore o no el mundo de la cocina, es fundamental que las sartenes que se utilicen sean adecuadas y de buena calidad, por lo que existen ciertos factores a tener en cuenta antes de hacernos con ellas. Aquí va una guía básica
Antes de elegir qué sartén es la más adecuada, hay que hacerse 3 preguntas básicas: qué tipo de fuente de calor o sobre qué base se va a cocinar, qué materiales o revestimientos elegir y qué se va a cocinar.
En primer lugar, es muy importante tener en cuenta la fuente de calor, pues no todas las sartenes son aptas para, por ejemplo, una placa de inducción, que solo admite cierto tipo de sartenes.
Después hay que elegir el material con el que está hecho la sartén. No todos los materiales tienen las mismas características. Cada tipo de sartén está pensada para darle un uso determinado, además de que, como se comentaba hace unas líneas, no todas las sartenes son aptas para todas las fuentes de calor. Así, estas son los 5 principales tipos de sartenes:
- Sartenes de aluminio prensado, que se caracterizan por su precio, muy económico, por su ligereza, y porque son las que más energía ahorran, pues se calientan muy rápido.
- Sartenes de aluminio forjado. Con un precio más elevado que las anteriores porque son de un material más resistente, que distribuye y mantiene mejor el calor.
- Sartenes de aluminio fundido. Para cocinar recetas de largo tiempo de cocción, son ideales. Reparten y mantienen el calor homogéneamente por toda la superficie. Son las más gruesas.
- Sartenes de acero inoxidable. Es uno de los materiales más duraderos, además de ser muy versátil (para todo tipo de fuentes de calor). Son indeformables.
- Sartenes de acero esmaltado. Tienen una conducción del calor perfecta, y son muy adecuadas para platos que requieren cocción rápida o media. Además, son resistentes y sencillas de limpiar.
Todas estas sartenes tienen 3 tipos de revestimientos o recubrimientos, o lo que es lo mismo, la capa que tienen en su base. Probablemente, el revestimiento más famoso sea la capa antiadherente, que hace que los alimentos no se peguen a la base. Con muy poco aceite, se pueden cocinar platos exquisitos.
Por otro lado, existe el revestimiento cerámico, caracterizado por ser muy resistente, ya que es imposible, o al menos muy complicado, rallarlo. Lo mismo ocurre con las sartenes sin revestimiento, las más utilizadas por chefs profesionales, ya que admite cualquier tipo de utensilio. Una combinación perfecta son las sartenes sin recubrimiento de acero inoxidable.
Y ahora lo más importante: ¿cuál es el menú elegido? En función de la comida que se va a preparar, se elegirá un tipo de sartén u otra. Las sartenes “todoterreno” son aquellas sartenes más básicas y versátiles, pues permiten cocinar a la plancha, freír, guisar… Por mucho que sean básicas, tienen que ser de calidad, para que la comida no se pegue y, además, duren años y años. Son muy comunes, por lo que es habitual encontrarlas en packs de diferentes tamaños.
Por otro lado, existen un tipo de sartenes diseñadas exclusivamente para cocinar a la plancha, las sartenes tipo “grill”. Se reconocen por tener un relieve en la base, que creará unas marcas en la carne o verduras. Además, requieren muy poco aceite, por lo que son imprescindibles en cualquier casa donde se coma sano.
Si se quiere escapar de la cocina tradicional y probar nuevos sabores y métodos de cocina alternativos, se puede probar con una sartén tipo “wok”. Conserva todas las propiedades y sabores de los alimentos, y son geniales para cocinar verduras o platos orientales. También se pueden usar para saltear o incluso cocinar al vapor.
Y por último, las paelleras, una sartén indispensable en la cocina tradicional española. Tienen un diámetro superior a las sartenes convencionales y poca profundidad, ideal para preparar un arroz perfecto.
Esta es la guía básica para elegir las sartenes perfectas e imprescindibles en la cocina. Ahora solo queda ponerse manos a la obra y preparar recetas únicas.
Fuente Comunicae