Y aunque haya que volver a la rutina, a la realidad y a los madrugones, siempre encuentras un hueco para hacerte un café y sentarte tranquilamente frente al ordenador a repasar con fotos, todos esos momentos que se fueron guardando en tu cabeza como postales.
Llevaba mucho tiempo dándole vueltas a la idea de conocer Galicia, pero nunca terminaba de encontrar el momento, y fue hace algunas semanas, cuando mis amigos me propusieron hacer una ruta por el norte, y claro, cómo iba a decir que no?
Siempre atada al móvil y a las prisas, quería que este viaje fuera especial, en algún puntito dentro mío sabía que quería aprovechar esta escapada para reencontrarme a mí misma; necesitaba poner un poco de paz, dejar volar la imaginación para encontrar inspiración en cada rincón, y vaya si lo conseguí… Rodeada de la mejor compañía y de unos paisajes de ensueño, pude respirar profundo, sentir el viento en mi cara, oír las olas romper en las rocas, caminar entre árboles y que se me llenaran los zapatos de arena, perderme entre los caminos al atardecer y degustar una gastronomía llena de pecados confesables.
Así que para darle todavía más una vuelta de tuerca a esta ruta rural, pensamos en hacer algo totalmente diferente, y hospedarnos en unas cabañas, para cambiar el chip de hoteles u hostales a los que suelo ir siempre, viviendo durante unos días en un entorno único.
Nuestra nueva casa fue “Cabanas de Barranco”, que como habéis ido poder viendo en RRSS, se trataba de una especie de casita en el árbol, una estancia mágica llena de comodidades, que me sirvió para vivir unas vacaciones de ensueño. Sin duda, no podría haberme alojado en un lugar mejor.
Así que nos tomamos un avión de Valencia a Santiago de Compostela, y alquilamos un coche al llegar al aeropuerto para poder movernos durante esos días.
Elevadas unos metros sobre el suelo, las cabañas quedan perfectamente integradas en al paisaje, como si formasen parte de los árboles. Esta altura da una sensación de libertad y perspectiva que no se conseguiría si estuviesen directamente en la tierra.
Las cabañas se encuentran repartidas por el bosque, claramente identificadas con sus postes de madera.
A lo largo del precioso sendero que las une, accedemos a ellas desde el parking. Cada cabaña cuenta con su plaza de parking personalizada. El sendero se encuentra además iluminado con uno focos estratégicamente situados, que apenas se ven, manteniendo el ambiente mágico de este lugar.La verdad es que está todo perfectamente planificado.
Es un placer disfrutar del cielo estrellado y no lo digo por decir. Todos sabemos que en las ciudades o pueblos grandes donde la contaminación lumínica es alta, es bastante difícil disfrutar del manto de estrellas, pero aquí todo es diferente.
Bueno, hemos llegado, aparcado en la plaza que teníamos reservada (si es que aquí, cuidan cada detalle, y son estas pequeñas cosas las que te hacen sentirte tranquila e ilusionada nada más llegar), y vamos caminito hacia nuestra nueva casa.
Y ahí está nuestra cabaña, en lo alto, entre los árboles, esperándonos...
El aspecto es el de una cabaña rural pero con un diseño muy moderno. Particularmente, me gusta mucho la estructura de la cabaña. No es una cabaña al uso: con cuatro paredes, ni tampoco un bungalow. Es algo más, tiene un toque especial. Me recuerda a las casas diseñadas por arquitectos que alguna vez he visto en televisión.
La ubicación y distribución de las cabañas garantizan la intimidad y tranquilidad que supondría una cabaña aislada en mitad del bosque.
Una vez dentro, salta a la vista cómo han cuidado cada detalle al máximo. El suuelo es laminado, y las paredes y el techo están perfectamente integrados con el estilo rural que nos rodea.
Pero lo mejor, es que todo está aderezado con todas las facilidades de las que disponemos en casa o incluso más y mejores... (tiene hasta un secador de pelo, así que una cosa menos que llevar en la maleta)
Una amplia y cómoda cama de matrimonio, con una televisión plana colgada del techo. Porque, ¿a quién no le gusta ver la televisión desde la cama?
Y como dispones de un aparato de aire acondicionado, si hace frío, conectas (también desde la cama jijiji) la calefacción. Aunque si eres un@ romántic@, dispones de una preciosa estufa de leña para poder entrar en calor y disfrutar de esa magia hipnótica del fuego.
Desde el baño se puede acceder directamente a la terraza por una puerta de cristal, que aporta luz y la posibilidad de aire fresco, ya que se puede abrir verticalmente, sin que entre mucho frío.
Si sois de las/los que lleváis mucho equipaje, no os preocupéis porque, una cómoda situada a l
os pies de la cama nos permite guardar ropa y demás complementos. Sin olvidarnos de un armario perfectamente integrado al fondo de la estancia donde poder colgar abrigos.En el armario adjunto, está todo lo necesario para el mantenimiento de la cabaña: útiles de limpieza y demás accesorios.
(Aprovecho para contarte que si no te apetece cocinar, no pasa nada, las Cabañas también ofrecen servicio de comidas, con un desayuno típico rural y demás tentempiés)
Y si te apetece salir fuera, puedes visitar "Casa Amanda", es un restaurante que nos recomendaron en las Cabañas, y todavía nos estamos relamiendo de recordar sus platos! Increíbles el pulpo, la carne a la braza y los postres! Por no hablar del trato, pura simpatía, y más que recomendado!
Volviendo a la Cabaña, te cuento que los dos armarios y la cocina (cerrada) forman la pared del fondo. El espacio está aprovechado al máximo. De tal forma que entre la cómoda y el fondo de la cabaña, hay sitio de sobra para un sofá cama y una mesa donde comer o echar unas partidas a las cartas, etcétera.
¿Qué queréis que os diga?
Espectacular disfrutar de un jacuzzi en plena naturaleza, con las estrellas, los árboles y montañas como decorado de una noche, seguro, mágica.
Mientras yo pasaba las horas preparándome tazas de café y mirando la naturaleza que rodeaba en nuestra terraza de ensueño...
Mi amigo Toni, a quién le regalas un libro y lo haces el hombre más feliz del mundo, aprovechaba la tranquilidad del lugar para ponerse al día con su lectura:
Y Jose, creo que no conocí nunca alguien tan deportista, salía a correr entre la libertad del camino de árboles:
La verdad es que hemos sido super felices durante nuestra estancia en las Cabañas do Barranco, porque hemos podido estar en contacto con la naturaleza, descansar, pasar tiempo juntos y relajarnos como nunca.
Si quieres saber más puedes entrar en su web (cabanasdobarranco.com), en su
Twitter (twitter.com/do_artesanato), Facebook (facebook.com/cabanasdobarranco), o Instagram (instagram.com/doartesanato).
Viaja, aprende, disfruta, guarda el móvil, abre los ojos, recoge todo lo que creas que sea inspirador y mételo en tu mochila, vuela, sé libre y no te olvides nunca de cada experiencia vivida que cada día te hace más grande.
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¡Nos vemos en la próxima aventura!
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