Este monasterio cistercience, a pesar de su estado ruinoso, muestra elementos de su singularidad y de su pasada grandeza. Su abandono, que comenzó en 1.821 con la Desamortización liberal, tuvo su culmen en el año 2.011, con el derrumbe parcial de de zona dedicada a Residencia de monjes mayores. Un proceso de consolidación, mejorable y patrocinado por de Junta de Castilla La Mancha lo ha dejado visitable.
Posee (y carece) de elementos fundamentales en el modelo constructivo del Cister, una orden que llegó a poseer más de 700 abadías en Europa a finales de la Edad Media, de los que unos 50 estaban en España. Precisamente por estas carencias y singularidades el Monasterio de Bonaval es único.
Incrustado entre el Señorío de Tamajón y el Común de Uceda, siempre fue un monasterio menor. Nunca tuvo más de 12 monjes más el abad. Por su belleza y ubicación siempre tendrá un lugar en la Historia de la Sierra Norte de Guadalajara.
Este libro utiliza su historia a lo largo del tiempo como guía para conocerlo. Se completa con leyendas así como con rutas y lugares por las cercanías de gran belleza, que engrandecen aún más el Monasterio de Bonaval.
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