Por lo pronto nada más comenzar el día nos daremos cuenta de que, si hemos completado la mayor parte de las misiones secundarias y todas las de la historia habremos sido capaces de ganarle un día más al destino y retrasar el Fin del Mundo una jornada.
Esta jornada se aprovechará para visitar una mazmorra que solamente aparece en las Dunas de la Purgación el día antes del final de la aventura: El Crisol Supremo. Este enclave se divide en 34 niveles, 30 de los cuales estará habitado por la Última especie de cada una de las criaturas que hemos visto a lo largo del juego, lo que quiere decir que serán rivales muy difíciles de batir.
La idea es llegar hasta el nivel 34 donde nos espera Erekishgal, un bicho duro de roer aunque no tanto como Drabolik. Lo bueno es que si hemos extinguido a una especie durante el juego, su Último no aparecerá en su nivel correspondiente por lo que podremos pasar de largo hacia el siguiente.
La clave para pasar de nivel es obtener buenos resultados en los combates para poder elegir entre teletransportarnos uno, dos o hasta tres niveles. Eso sí, hay que escoger con cuidado ya que algunos enemigos son bastante difíciles y se tarda bastante. Además habrá que estar atento al reloj ya que, a diferencia de en el resto del juego, en estos combates sí pasa el tiempo.
Eso sí la recompensa al completar El Crisol Supremo merece la pena.
Puedes ver el gameplay completo de Lightning Returns: Final Fantasy XIII en el siguiente enlace y leer su análisis.