Guía para retocar tus retratos correctamente según la anatomía

Por Sabdiel Sabdiel Batista @sabdielbatista

Retocar un retrato ya sea para fotografía de moda o social es una tarea complicada: hay quien prefiere tirar de presets para homogeneizar y plastificar la piel y fotógrafos que prefieren una tarea más artesanal de limpieza y una buena dosis de dodge&burn para conseguir un retrato bonito y natural. Hoy os damos una guía completa para realizar un dodge&burn de alta calidad teniendo en cuenta consideraciones anatómicas básicas.

Qué hay que tener en cuenta

Como ya vimos en un artículo anterior, retocar una fotografía es manipularla a través de Photoshop o cualquier otro software. Lo que más solemos hacer con herramienta como el dodge&burn o el licuado es cambiar los volúmenes para conseguir el una ‘cara ideal’. Por ejemplo, para un retrato solemos aplicar técnicas de corrección de color de la piel para evitar rojeces innecesarias o hacemos la cara más delgada colocando luces y sombras.

El problema reside en que muchos fotógrafos no tienen nociones anatómicas básicas y meten luces y sombras en lugares incorrectos. Para realizar un dodge&burn correcto, debemos guiarnos por la anatomía del cráneo para lograr el efecto ‘beauty’ al manipular los volúmenes de la anatomía facial.

Cada óvalo facial está distribuído de forma diferente, pero en moda se suelen buscar modelos con caras finas que ofrecen una estructura ósea marcada en los pómulos y la mandíbula, con una forma geométrica generalmente cuadrada. Las modelos con cara ovalada deben trabajarse de forma más incisiva para conseguir resaltar el hueso y moldear la luz que entra en la parte baja del pómulo.

Como ejemplos de cráneos geométricos tenemos a Elvis Presley, James Dean o Marlon Brando que han sido iconos de belleza masculina por su estructura ósea perfecta. Aunque las mujeres suelen tener caras más ovaladas, modelos como Kate Moss, Naomi Campbell o la actual top Gigi Hadid tienen una estructura en los pómulos y el maxilar que hace que la luz les caiga perfecta.

Cómo retocar tu retrato correctamente

Con todo lo dicho, si queremos retocar correctamente un retrato con un dodge&burn, debemos obedecer a la anatomía del cráneo: iluminar el hueso y dejar en penumbra la parte de músculo, así como la papada.

Fotografía de Romer Jed Medina

El mejor esquema de iluminación para conseguir este efecto es el cenital, que nos ofrece exactamente lo que queremos, aunque este tipo de luz apenas se trabaja por el efecto tan dramático que ofrece; en su lugar, debemos moldear la luz acorde a la cara de nuestro retratado, optando por una luz más cenital cuanto más redonda sea el óvalo facial, y con más posibilidades cuanto más cuadrada sea el cráneo de nuestro retratado.

Consejos y zonas críticas

A modo de pequeños tips, me gustaría marcaros el procedimiento general que sigo para retocar una cara…

  • Frente: La frente es todo hueso, por lo que debe quedar homogeneizadamente iluminada, evitando manchas de la piel y zonas desigualmente iluminadas debido a la estructura ósea del cráneo. En la zona de mayor incidencia de la luz, normalmente busco una zona de destello o brillo especular en la piel de tamaño pequeño o mediano que genere textura y marque el poro para crear volumen.

  • Cejas: La zona de las cejas es una protuberancia que pasa por encima de los ojos. Sin embargo, esta protuberancia se encuentra generalmente oscurecida en el entrecejo, generando un ‘entrecejo visual’ producto del volumen de sombra generado que es necesario aclarar.

  • Sienes: Las sienes es un punto muy interesante, ya que a pesar de ser una zona de hueso, suelo oscurecerla para corresponder la forma del cráneo, generando un volumen que delimita la frente y las cejas.

  • Pómulo: El triángulo del pómulo y el hueso de la parte inferior de la cavidad ocular o pómulo superior no debe sólo iluminarse, sino que debe ser fuente de brillo especular en la piel de un tamaño pequeño. Es una zona que no debe quedar matizada mediante maquillaje y que generará una zona de volumen muy interesante si sabemos moldearla. El triángulo Rembrandt debe quedar marcado casi en la totalidad de los casos.

Fotografía de Angelbattle
  • Zona maxilar posterior: La parte trasera del maxilar (lo que sería la zona de la patilla) la suelo oscurecer con una línea diagonal, que acompaña a la línea del triángulo Rembrandt, y que genera ese efecto ‘calavera’ tan estético.

  • Maxilar inferior: El maxilar inferior, siendo una zona de hueso, debemos iluminarla aunque no debe buscarse zona de brillo especular, simplemente contrarrestar la zona que hemos oscurecido por arriba en la zona entre el pómulo y el maxilar inferior.

  • Rictus: Algunos fotógrafos se emperran en borrar el rictus, pero eso no es correcto, es un pliegue natural de la cara que podemos disimular pero en ningún caso eliminar. Yo suelo darle un par de toques con la zona clara para disimularlo en caso de que esté muy marcado, pero repito que en ningún caso debe clonarse el pliegue ni homogeneizar la cantidad de luz con la zona del pómulo.

  • Barbilla: En la barbilla yo suelo destacar la zona de la barbilla por ser una protuberancia huesuda muy importante. No le doy mucha importancia para no darle un volumen excesivo, pero debemos corregir manchas e iluminación desigual de forma que quede redonda y homogénea.

Si tenéis retratos que queráis retocar y no sabéis exactamente cómo hacerlo o queréis mostrar vuestros mejores retoques en retratos, os animamos a hacerlo a través de la caja de comentarios para seguir mejorando nuestras habilidades para el retoque.

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Guía para retocar tus retratos correctamente según la anatomía

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Daniel Jiménez

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