Guía para una compra ecológica

Por Ecointeligencia @ecointeligencia

Presentamos una guía realizada por Twenergy con algunos consejos fáciles de seguir para minimizar, en la medida de lo posible, el impacto medioambiental que se genera y al mismo tiempo mantener, o incluso mejorar en muchos casos, la calidad de nuestras compras sin necesidad de mayores aportes económicos.

Ir a hacer la compra es una actividad cotidiana que puede parecer inofensiva para el medio pero, aunque es algo que se hace muy a menudo, existen numerosas razones por las cuales la manera de elegir lo que compramos y cómo lo compramos influye mucho en el medio ambiente.

Ir a hacer la compra es una actividad cotidiana que puede parecer inofensiva

La lejanía de los grandes centros comerciales con respecto a los cascos urbanos, los embalajes en exceso de los productos, su fabricación y su preparación, el transporte de las mercancías hasta su lugar de destino, la generación de residuos, etc., son algunos de los factores por los cuales hacer la compra se convierte en una actividad a tener en cuenta a la hora de valorar la sostenibilidad de nuestro consumo.

¿Centros comerciales o tiendas de barrio?

Debido al ritmo de vida que se ha adquirido en estos años, la compra en grandes superficies ha aumentado, ya que ahora la gente prefiere hacer una compra a gran escala a tener que ir más a menudo a reponer lo que se va necesitando. En los centros comerciales se puede comprar de todo, pero la mayoría de las veces adquirimos alimentos y productos de primera necesidad, y en muchos casos se hace en mayor medida de lo necesario.

Las tiendas de barrio están sufriendo este cambio de hábito, pero no debemos olvidar que ofrecen muchas ventajas, tanto sociales como ecológicas, como las siguientes:

  • Los centros comerciales suelen estar a las afueras debido a la enorme superficie que requieren, por lo que hay que desplazarse largas distancias para llegar hasta allí. Este desplazamiento implica una mayor pérdida de tiempo y la emisión de mayores cantidades de CO2, puesto que, generalmente, dependemos del vehículo privado para desplazarnos. En cambio, a las tiendas de barrio podemos ir andando o en bici.
  • Lo más habitual es que los dueños de las tiendas vivan por la zona, por lo que el dinero que se gasta en las mismas incentiva la economía local.
  • Los pequeños comercios cuentan con más productos locales, por lo que se fomenta el consumo de estos productos, que no requieren de tanto transporte ni tratamiento para su conservación.
  • Las tiendas de barrio consumen mucha menos energía que los centros comerciales, ya que no necesitan tanta iluminación, refrigeración para sus productos o sistemas de climatización.
  • Comprar casi diariamente evita que se hagan compras masivas y sin criterio. Cuando se compra en las grandes superficies se suele comprar para un periodo largo, por lo que al final muchos de los alimentos acaban en la basura al no haber sido utilizados.
  • Los productos que se venden en las tiendas de barrio no están embalados, por lo que ahorramos en residuos que, en muchos casos, no son adecuadamente reciclados.

Bolsas de plástico y embalajes

La bolsa de plástico constituye un imprescindible en nuestra cultura. Este producto contamina tanto en su fabricación como en su eliminación, incluso cuando llega a su correcto lugar de reciclaje. Cuando no han sido correctamente separadas pueden acabar en zonas donde no solo contaminan, sino que también dañan a la fauna, tanto marina como terrestre.

Como, todavía, en muchos sitios estas bolsas son gratuitas, su consumo se hace sin medida y la mayoría de las veces en exceso y, por lo tanto, se suelen utilizar más de las necesarias.

Entre todos los inconvenientes que tiene el uso de bolsas de plástico podemos destacar:

  • Su fabricación se hace a partir de petróleo, que es un recurso costoso, no renovables y que emite gases de efecto invernadero en su fabricación
  • Cuesta más reciclar las bolsas de plástico que generar nuevas, por lo que su reciclaje no es rentable
  • Tardan muchos años en descomponerse (entre 150 y 1000 años)

Los embalajes y/o envases de los productos que compramos son otro residuo al que hay que prestar mucha atención. Los productos cada vez vienen con un envasado más complejo y difícil de reciclar.

Las bolsas de plástico con fácilmente sustituibles por bolsas de tela. Poco a poco se están introduciendo este tipo de bolsas en la rutina de muchos de nosotros cuando vamos a la compra, pero todavía queda mucho camino

Una alternativa al embalaje tradicional es un envasado llamado de ecodiseño, donde se demuestra que un envasado ecoeficiente no tiene porque ser lo contrario a un envasado atractivo. Algunas estrategias de este ecodiseño son:

  • Reducir el volumen y el peso de los envases
  • Minimizar la cantidad de materiales y utilizar materiales reciclables
  • Fabricar envases reutilizables
  • Utilizar materiales de un mismo tipo

Las medidas para combatir el impacto medioambiental son sencillas y asequibles, y sólo concienciándote un poco puedes reportar muchos beneficios con poco esfuerzo.

Esperamos que os hayan resultado interesantes repasar estas ideas de la mano de Twenergy. En la siguiente entrega de esta guía hablaremos del ecoetiquetado y de la huella de carbono.

Podéis acceder a la guía completa en nuestro fondo documental ecointeligente o desde este enlace: Guía para una compra ecológica de Twenergy