Bilbao es una ciudad que se transforma con la llegada del otoño, gracias al color de sus calles y a un aire que se vuelve más fresco. Este cambio de tiempo invita a disfrutar de paseos relajados por la ría, así como incita a visitar el interior de sus bares de pintxos. El otoño es una época perfecta para visitar la ciudad de Bilbao, ya que las temperaturas son agradables y hay menos afluencia turística que en verano, lo que permite recorrerla con más tranquilidad.
Un fin de semana en Bilbao durante el otoño es suficiente para enamorarse de la ciudad. En dos o tres días se pueden recorrer sus barrios más emblemáticos, descubrir su riqueza cultural, disfrutar de su famosa gastronomía y explorar sus alrededores. El clima otoñal, con días soleados y cielos despejados, convierte cualquier recorrido en una experiencia agradable. Alojarse en el centro de Bilbao, en hoteles como el ILUNION San Mamés, accesible y que es completamente pet friendly, permite recorrer la ciudad con facilidad.
Además, el otoño es temporada de eventos culturales en Bilbao, con festivales de música, exposiciones temporales en museos y actividades relacionadas con la gastronomía que llenan la agenda de la ciudad. Esto hace que la escapada sea aún más interesante, combinando turismo urbano con experiencias culturales únicas.
Casco Viejo y plaza Nueva
El casco viejo es el corazón histórico de Bilbao y un lugar imprescindible para comenzar la visita. Las conocidas «Siete Calles», como se conoce al centro histórico de Bilbao, están repletas de tiendas, bares y edificios que reflejan la historia de la ciudad. Por esto mismo, caminar por estas calles es sumergirse en la esencia bilbaína, donde cada rincón guarda un pedazo de pasado.
En el centro del casco viejo de Bilbao, paradójicamente se encuentra la plaza Nueva, un espacio porticado que cobra vida especialmente los domingos con su mercado de libros, monedas y antigüedades. Se trata del lugar perfecto para tomar algo en alguna de sus terrazas y disfrutar del ambiente local. Muy cerca se pueden visitar la catedral de Santiago y el teatro Arriaga, dos iconos de la ciudad. El otoño, con sus temperaturas suaves, es perfecto para recorrer esta zona a pie y dejarse llevar por el encanto de sus calles. Al alojarse en un lugar como el ILUNION Bilbao, no hay que preocuparse por coger el coche por la noche para regresar, pudiendo dar un paseo hasta el alojamiento tras una cena en el centro.
Museo Guggenheim y arte contemporáneo
El museo Guggenheim es, sin duda, uno de los principales atractivos de Bilbao y el mayor icono de la arquitectura contemporánea en el norte de España. Su espectacular edificio, diseñado por Frank Gehry, es una obra de arte en sí mismo, luciendo especialmente bonito en otoño, al reflejar los colores de la estación en sus paneles de titanio.
En su interior alberga exposiciones de arte contemporáneo de artistas nacionales e internacionales. Por tanto, es recomendable reservar al menos un par de horas para recorrerlo con calma y disfrutar de las instalaciones, esculturas y muestras temporales que suelen ser muy innovadoras. A la salida, merece la pena dar un paseo por el entorno del museo, donde se encuentra la famosa escultura “Puppy”, el gran perro de flores, y la araña “Maman”. El ambiente junto a la ría es tranquilo y ofrece excelentes oportunidades para tomar fotografías con el museo de fondo.
Paseo por la ría y puente Zubizuri
La ría de Bilbao es el eje que articula la ciudad, y recorrerla en otoño es una de las experiencias más agradables. Sus paseos están flanqueados por árboles que se tiñen de tonos ocres, creando un paisaje que invita a caminar sin prisas. Uno de los puntos más populares del recorrido es el puente Zubizuri, diseñado por Santiago Calatrava. Este puente peatonal, conocido como el “puente blanco”, ofrece una perspectiva única del skyline bilbaíno y conecta dos zonas de la ciudad para seguir explorando a pie.
El paseo por la ría se puede complementar con una parada en el Itsasmuseum o con un paseo en barco para ver Bilbao desde el agua. Esta experiencia permite apreciar la transformación urbanística de la ciudad, que ha pasado de ser un centro industrial a un referente de diseño y modernidad.
Mercado de la ribera y ruta de pintxos
El mercado de la Ribera es otro lugar imprescindible en una escapada a Bilbao, considerado uno de los mercados cubiertos más grandes de Europa. Se trata del sitio perfecto para descubrir los productos locales, con pescados frescos, quesos y embutidos. En el interior del mercado también hay puestos gastronómicos donde se pueden degustar pintxos y raciones en un ambiente que siempre es animado. De este modo, es una parada para reponer fuerzas antes de seguir explorando la ciudad.
Después, nada mejor que recorrer subir al mirador de Artxanda, un clásico dentro de la capital vasca. El acceso, a través de un funicular, es un recorrido que merece especial atención. En otoño, la experiencia es aún más especial gracias al tono rojizo del atardecer en Bilbao, tomando una de las postales más representativas de la ciudad.
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