Existen métodos más eficientes para el aprendizaje y atractivos para el ocio, pero la lectura no es sólo un canal para nuestro entretenimiento o formación, la concibo como un proceso. Si durante tu vida has leído de forma regular, seguro que hay libros que te han marcado, te han influido e incluso me atrevería a decir que te han cambiado.
La lectura es un proceso de moldeado y transformación.
Pero el problema siempre ha sido el tiempo y la pereza que provoca coger un libro. Es más fácil hacer uso del ordenador o la televisión. Pongamos manos a la obre e intentemos romper esta barrera.
El valor de la lectura
La lectura nos modela introduciendo conocimientos y nuevas ideas. El canal de la palabra escrita es decisivo, marca una relación más íntima entre emisor y receptor, permitiendo mayor abstracción en las sesiones de lectura y convirtiéndolas en una vía de evasión para desconectar de las tribulaciones de la jornada.
Más allá del ensayo y la literatura técnica la ficción libera nuestro sentido creativo, obligándonos a materializar la descripción en una imagen visual, algo que ya no hacemos habitualmente. Una forma de trabajar el músculo de la imaginación, de la creatividad vista como un factor aprovechable.
Para terminar y dando respuesta a la faceta más funcional, necesitamos la lectura como vehículo de aprendizaje. Ampliar miras y asimilar nuevas formas de hacer. Leer puede ser el primer paso para convertir conocimiento en algo aplicable o que desencadene cambio.
Crear el hábito de la lectura
En una rutina superpoblada de ocupaciones y preocupaciones detalles como la lectura quedan en segundo término. Para una reentrada del hábito hay que crear un espacio inicial y el compromiso necesario para ejecutar la actividad con la repetición suficiente para integrarla como una parte persistente de tu actividad.
Decide en qué momento del día leerás y bloquea el tiempo necesario para dedicarte a ello con calma. Piensa que no es cosa de un día, toma un periodo de dos semanas mínimo. Intentaremos que sea a la misma hora para convertirlo en un ritual. Tienes que ser egoísta y pensar primero en ti, pide respeto a los que conviven contigo.
Si vives en familia y tienes otras responsabilidades más importantes organizado para liberar el espacio necesario. Más adelante podrás sacar partido de los tiempos muertos de tu rutina, la hora de comer, tiempo de desplazamientos y esperas … llevando tus lecturas encima.
Elige unas primeras lecturas alcanzables. No deben ser especialmente complejas pero si interesantes para atraerte, generando continuidad, un enganche. Si no has sido demasiado regular en el pasado, quieres leer como vía para formarse y ampliar tu horizonte combina la lectura estrictamente funcional con la ficción. Si flaquean puedes ayudarte de un libro de cuentos o relatos cortos para no interrumpir tu hábito. Ya volverás después de dos o tres relatos a la lectura que has dejado de lado .
De la misma manera que preparas tu sesión de trabajo, prepara tu lectura. Lee con la puerta cerrada, con una cierta quietud. Para lecturas técnicas, fuera del ámbito del ocio, mejor destinar un tiempo prefijado. Si lees en la cama, ten en cuenta que las lecturas antes de dormir son dispersas y se pierde parte del detalle.
¿Me aporta algo el ebook?
En cuanto a nuevas tecnologías, pensé que el ebook eliminaría el libro en papel de mi vida. Por cuestiones de espacio, disponer de ejemplares a un precio más económico, de inmediatez al adquirir libros en la red, o leer en un soporte distinto al ordenador artículos extraídos de la web … todo indicaba un cambio de soporte definitivo, reservando los ejemplares en papel para volúmenes de cariz especial.
Después de dos años compatibilizando formatos no es así. La experiencia de usuario no es comparable. La funcionalidad del formato digital no puede suplir una parte importante de la experiencia de usuario. El hecho de reseguir las páginas y marcar el punto en las hojas de papel, ni en valorar lo que te queda, y lo que ya has hecho, con un vistazo al bloque de las páginas…
El lector digital más eficiente al recopilar las apuntes y administrar mi biblioteca, queda para lecturas profesionales o técnicas. Es una buena herramienta pero sin el romanticismo que te da el tacto del papel.
El hábito necesita de compromiso y repetición. Acciones simples prolongadas en el tiempo.
¿Te ha ayudado el post a encontrar razones para reengancharte al vicio de la lectura? Así lo espero, y si ya estás en marcha me gustaría que me dejaras el título del libro que estás leyendo o que me recomendaras alguno de los últimos en finalizar.