Guiso de Setas picantes con tomate deshidratado

Por Patrix17 @PatrixDQV
El otoño también nos trae temporada de setas, y aunque ya voy algo tardía tenía decidido aportar alguna receta especial.
Esta vez me he decantado por algo sencillo y muy rústico, con este toque de cazuela de barro y caserito.
Además, puesto que desde "Con un par de guindillas" nos habían invitado a realizar recetas que utilizaran precisamente guindillas, pensé que esta era un plato ideal.
Solamente tardaremos un cuarto de hora en tener nuestra receta lista, aunque puesto que lleva el tomate deshidratado o seco (que lo podeis comprar en un supermercado, en las especias o en fruterias), requiere hidratarlo durante un par de horas. Ya vereis cómo en la receta a continuación.
Con esta receta participo en el concurso "Cocina con Guindillas", de los amigos del blog Con un par de Guindillas, espero que os guste.
 
Ingredientes (para 2 personas, una cazuelita de barro)
  • Setas, 400 grs
  • Medio vaso de vino blanco, unos 150 ml.
  • 3 tomates deshidratados
  • 2 guindillas secas cayena
  • Una hoja de laurel
  • un ajo
  • un chorro de Aceite de Oliva Virgen Extra
  • sal
  • unos brotes tiernos

Elaboración:
1) Ponemos a macerar los tomates deshidratados troceados en el vaso de vino blanco y los dejamos reposar en la nevera durante un par de horas.
2) Lavamos las setas y las cortamos en tiras anchas.
3) Preparamos una sartén para freir las setas y un cuenco de barro para luego servir y que aguanten el calor más tiempo. Echamos en la sartén el ajo picado y lo doramos un poco.
4) A continuación echamos las setas y la hoja de laurel a la sartén y las dejamos dorar un poco.
5) Por último, añadimos el vaso de vino blanco con los tomates deshidratados, las guindillas y un poco de sal, y dejamos que se guisen en la sarten durante unos 10 minutos.
6) En el cuenco de barro colocamos en el fondo los brotes tiernos. Retiramos la sartén del fuego e inmediatamente lo vertimos encima de los brotes en el cuenco de barro.
Y ya tenemos listas nuestras setas para degustarlas bien calientes y disfrutar de este toque picante.
Las guindillas son al gusto, si quereis que sea un poco más picante se añade más cantidad, pero con dos os quedarán con un toque suave.
Fijaros que textura, qué plato más apetecible y sobre todo ¡qué colorido!, quedareis como auténticos reyes.
Nota: para los que a veces preguntais por el menaje...
En este caso la cazuelita de barro la compré en una artesanía de Salamanca, venía con su tapa incorporada.
El pote de barro que se ve al fondo es herencia familiar, era de mis abuelos, y mi madre lo guardaba como oro en paño, pero se lo he "robado" temporalmente.