Ni los problemas con la batería, que retrasaban el inicio del concierto, ni los fallos en el micrófono de Dante, ni alguna incomodidad sonora, ni siquiera la ausencia de alguno de los miembros mas míticos de la banda, pudieron romper la magia del reencuentro con uno de los grupos que mas me hicieron disfrutar en la primera mitad de la década de los 90.
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