Si, es verdad, soy un puto graphicwhore de los píxeles, pero cada uno tiene sus debilidades, y si echáis un ojo a las capturas de pantalla veréis que el aspecto gráfico de Gunpoint es 100% amor del bueno. Eso si, resulta que tras mi ataque de superficialidad retro se escondía un juego con una de las mecánicas mas originales que me he echado a la cara últimamente, porque yo me esperaba un juego de sigilo en plan The Mark of Ninja y que va, no van por ahí los tiros. Y no es que el sigilo no cuente en Gunpoint, lo suyo es que no te vean los guardias y de hecho hay bonificaciones si avanzas sin matar y esas movidas, pero el modo de enfrentarte a los escenarios es totalmente distinto a lo que he visto hasta ahora.
Y es que para realizar los objetivos de cada escenario tenemos que valernos de la especial habilidad de nuestro misterioso protagonista para manejar a su antojo las distintas conexiones eléctricas de los edificios. Cada red eléctrica esta asignada a un color (contra mas avancemos mas redes distintas encontraremos) y podremos derivar todos los elementos asignados a esa red. Es difícil de explicar pero por poner un ejemplo puedes usar el interruptor de la luz del primer piso para abrir una puerta en el tercero. Además puedes hacer que desde un solo interruptor se hagan varias derivaciones pasando por los distintos elementos, es mucho mas sencillo de lo que parece así escrito.
Básicamente todos los elementos eléctricos están a nuestras órdenes. Ascensores, detectores de ruido, cámaras... y deberemos usarlos correctamente para resolver el puzzle de cada misión. También nos ayudará la espectacular habilidad de salto de nuestro protagonista, así como su capacidad de trepar por las paredes y techos. Todo en conjunto crea una jugabilidad bastante curiosa y sobretodo muy original y divertida. El avanzar por los niveles y conseguir todos los objetivos secundarios, así como ir comprando mejoras para el personaje, consiguen que se cree un pique sano y te cueste soltar el teclado y el ratón.
La pega es el que el juego se queda corto y deja con muchas ganas de mas. El juego se puede terminar sin muchos problemas en unas 5 horas (si no te paras a conseguir todos los objetivos secundarios), lo que se me antoja a todas luces poco tiempo (exactamente igual que me ha pasado con el otro indie que me he pillado The Stanley Parable). Eso si, el tiempo que te pasas jugando a Gunpoint se hace la mar de ameno. Os recomiendo que os bajéis la demo si os llama el concepto, porque es difícil de explicar pero muy intuitivo de jugar.
@FastETC