Todos aparentan ser muy exitosos, y eso pareciera avalar el valor de su “Producto”, a punto tal que a veces olvidamos chequear curriculums, logros, background y perdemos de vista la posibilidad de que su éxito no se deba tanto a su habilidad profesional, como a su habilidad de convocar, convincentemente, individuos capaces de hacer esfuerzos personales y financieros por alquilar (generalmente a corto plazo) la esperanza de encontrar una respuesta satisfactoria.Una población variopinta de Gurús que “casualmente” emergen como Venus de las aguas al momento en que el contexto económico, politico, global, ecológico general se pone más difícil. Gurús del esto y del aquello, y de lo de más allá.
LO QUE CUENTAN SIEMPRE SON LOS HECHO
Un hecho simple:
Hay grandes Maestros, hay gente incuestionablemente capacitada, capaz de acompañarnos y asistirnos en nuestros procesos de crecimiento personal y profesional… y hay grandes encantadores de serpientes que conocen el valor de nuestro entusiasmoy /o nuestro miedo para convertirnos “exprimibles”Otro hecho simple:
No hay pasadizos encantados que nos eviten el esfuerzo, ni fórmulas mágicas que conviertan el plomo de nuestro hoy en el oro de nuestro futuro soñado. No hay caminos genuinos para el rediseño del cerebro y por tanto de la mente humana, que no incluyan en su receta la disciplina, la consistencia, la transparencia y la determinación. Y NO HAY GURÚ POSIBLE, donde no ha habido un exhaustivo genuino trabajo personal, donde no hay Amor por la tarea, Autenticidad (aun cuando eso signifique no “encantar” a todos) y conciencia de la individualidad.Pero si el individuo está buscando una mirada interior poderosa, un encuentro definido y consisitente con la mejoer versión de sí mismo en todo su esplendor, entonces no hay fórmulas generales, ni libritos de reglas sobre “los cómos, los cuánto y los qué “que valgan. Ningún “Secreto” , ninguna revelación absoluta… Tampoco hay conversación impersonal por skype, mail, incluso teléfono (aún cuando son herramientas útiles para ACOMPAÑAR el proceso) que sea suficiente. El verdadero trabajo empieza cuando el porfesional/herrramienta mira a los ojos, pone al servicio de la comunicación una escucha activa, entrenada (cada uno en sus profesión por supuesto) paciente, y una actitud de compromiso y responsabilidad que diseñe estrategias A PARTIR de individualizar a su cliente, de comprender qué busca en realidad y hasta dónde es capaz de llegar para lograrlo y no partiéndo del Manual del Éxito “Pret a Porter”. Porque nada sustituye a una mirada sincera de comprensión, a una modulación asertiva que alivie la angustia del desconcierto, a un ensayo y error en conjunto para poder comprender los modos del hacer, del pensar y del imaginar del otro, a la auténtica espeleología del Ser desde su humnaidad hasta su divinidad. Por eso, chequear, verificar y por sobre todo tomarse un tiempo más allá del entusiasmo inicial, ante cualquier propuesta, para escuchar nuestra intuición; nos podrá en camino del Sacro-oficio de crear nuestro éxito, cuanquiera que sea que hayamos designado como tal, en vez de dar todos nuestros esfuerzos en un peregrinar para lograr el éxito de otros.¿Hay “formulas” que tiene un potencial generales? SÍ, POR SUPUESTO Y también es parte de aquellos que asumimos el trabajo de acompañar a otros, buscarlas, verificarlas y ponerlas al servicio de la posibilidad.