Ahora que acaba el curso escolar sabemos ya que Chiquinini entrará el curso que viene en Infantil el colegio que queríamos. Se han quedado fuera el 30% de los niños que lo solicitaron pues no había tantas plazas, así que hemos tenido suerte.
Menuda lotería esto del cole. Y menudo alboroto entre los padres, yo tengo que admitir que estuve un poco preocupada pensando que podía quedarse sin plaza.
Lo cierto es que lo de la “libre elección de centro” es relativo, no puedes acceder por igual a cualquier centro de la ciudad porque hay un baremo donde lo que más pesa es la proximidad al domilicio o el tener ya hermanos en ese colegio. Pero claro, algún criterio hay que establecer para asignar las plazas, teniendo en cuenta que en muchos centros hay menos plazas que solicitudes.
La pregunta sería, ¿es lícito falsear la documentación, en este caso el lugar de empadronamiento del niño, para acceder a un colegio en concreto?
Me lo he preguntado a menudo porque en el colegio donde vamos a matricular a Chiquinini muchísimos padres han hecho esa trampa. Nadie lo esconde, la verdad, pero es que sólo hay que ver la puerta del cole, llena de coches mal aparcados porque casi nadie va andando. ¿Y si mi hijo se hubiera quedado sin plaza en el cole que está al lado de casa y que además me gusta porque hubisese entrado uno de los que ha hecho “trampa”?
Supongo que el padre que está en esa situación se justificará diciendo que si la elección de centro es libre, pue eso, que debiera ser realmente libre. Y que quiere lo mejor para su hijo y sus circunstancias personales.
¿Pero está bien lo que hacen? ¿Haría yo lo mismo? Pues en estas cosas he estado pensando últimamente, que siempre tengo que estar dándole vueltas a algo en la cabezota. Y como estamos llenos de contradicciones e incoherencias, creo que eso mismo que a mi me molesta lo habría hecho yo de estar en esa situación.Pues anda.