Habemus papam, la suma responsabilidad

Publicado el 15 marzo 2013 por Cineenserio @cineenserio

Habemus papam es la última película del director italiano Nanni Moretti, que se estreno el pasado 2011 con bastante éxito en su país de origen, pasando un poco más desapercibida en el resto. Es curioso en estos días recuperar una película como esta a la vista de los acontecimientos.

Habemus papam nos cuenta la pequeña historia de un cardenal interpretado por Michel Piccoli que es elegido Papa por sorpresa y que ve como esa responsabilidad le viene grande. El Papa, estresado, acabará huyendo del Vaticano dejando al resto de cardenales encerrados en el Vaticano con un psicoanalista, interpretado por Moretti, que acudió para ayudar.

Aun teniendo un punto de partida muy interesante Habemus papam no logra trascender su punto de partida quedándose al final en una comedia agradable. Sin duda la soberbia actuación de Michel Piccoli es lo que mantiene nuestra atención durante los 100 minutos de metraje. Es su conflicto dramático el que sostiene buena parte de la película: el hombre que de repente se ve abrumado por una intensa responsabilidad para la que no estaba mentalmente preparado. Estas dudas son las que hacen a la cinta interesante.

Por otra parte, hay una trama dentro del Vaticano con un punto de comedia surrealista que es la que funciona peor aunque nos arranque alguna que otra sonrisa de vez en cuando. La conocida megalomanía de Nanni Moretti hace que esta parte se alargue en muchos momentos de forma totalmente innecesaria. Lo que sí es de agradecer es que Moretti, izquierdista declarado, no ataque de forma burda a la Iglesia y mantenga un tono respetuoso aunque veamos ciertas situaciones ridículas. Moretti apunta en ciertos momentos algunas situaciones con los periodistas y los fieles bien llevadas pero a las que no les saca quizás toda la punta necesaria.

A pesar de sus limitaciones, Habemus papam es una muestra de cine italiano que no se suele prodigar por nuestras salas y al que merece la pena echar un ojo. Y como decía al principio, resulta especialmente destacable como las imágenes de una ficción de un poco más de dos años se parecen tanto a las imágenes que llevamos viendo un par de días.