Habiba: el fin de la pesadilla

Por Negraflor @NegraFlor_Blog

Como recordaréis, os hablé del caso de Habiba y su hija Alma, de 15 meses, aquí. En resumen, el caso se trataba de una madre marroquí de 22 años a la que el día 30 de mayo el Instituto Madrileño del Menor y la Familia retiró la tutela por falta de recursos económicos, apoyos familiares, y por no seguir los objetivos de un programa de habilidades maternales, consistentes, entre otros, en el cese de la lactancia materna.

Mientras Habiba y Alma eran separadas por la decisión arbitraria del IMMF, sin que mediase ningún informe de ningún tipo, la noticia se extendía, y se sumaban apoyos: se enviaban cartas al Defensor del Menor y al Defensor del Pueblo; expertos de la Asociación Española de Pediatría informaban de las secuelas negativas de esta separación; y la Fiscalía pide explicaciones sobre la asunción de la custodia por parte del IMMF, ya que considera que “no hay en el expediente razones suficientes para retirar a la madre la custodia de su hija”.

Mientras, en el IMMF, pasados varios días (demasiados, para mi gusto), el jueves de la semana pasada permitían un encuentro entre Habiba y Alma, sin posibilidad de que la madre amamantara a su hija. La visita fue de lo más desolador: la niña no quiso establecer contacto visual con su madre en ningún momento, y lloraba Habiba la cogía en brazos; además, la niña mostraba un aspecto mucho más delgado, y presentaba bolsas bajo los ojos -quiero que nadie olvide que se trata de un bebé de tan sólo quince meses-.

Yo no quiero pensar lo horrible que tiene que ser para una madre que quiere estar con su hija, que le impidan estar con ellas, que las separen, y que esa separación tenga tantas secuelas como para que, en pocos días, vea de nuevo a su hija, demacrada y, seguramente, triste, desvinculada, desconectada de su madre.

Después de que Ibone Olza, psiquiatra, informe ante la Fiscalía sobre la capacidad de Habiba de atender a su hija, el IMMF conviene que Habiba no recuperará la custodia de su hija hasta que consiga un trabajo y una vivienda. Pese a que la Fundación Raíces -que ha representado a Habiba desde el principio- garantizaba la cobertura de los gastos de Habiba hasta que ésta encontrase un trabajo, para el IMMF no era suficiente.

Y finalmente, el miércoles llegaba la buena noticia: el IMMF decide devolverle la custodia de Alma a su madre. La Comisión de Tutela del IMMF emite un comunicado en el que explica que Habiba tiene una oferta de trabajo y un piso de mujeres en el que puede residir (puedes leer todo el texto aquí).

Por fin madre e hijas están juntas de nuevo. Sin embargo, el daño ya está hecho. Confío en que el amor incondicional de esta madre por su hija, pueda resarcir todo el dolor y el sufrimiento que la actuación arbitratia de una institución ha causado.