Ilustración Alejandra Caballero-Felipe Benítez Reyes-Era
un sonar de llaves indecisas.Un
ruido profundo de ascensores;inquietados
huéspedes de aquellos edificiosde
la periferia, dorados por la tarde.Era
buscar a ciegasinterruptores
de luz, como quien buscaen
esas bibliotecas truculentasel
secreto resorteque
conduce a la cámara privada,al
sitio inconfesable. Era el olorde
sábanas extrañas, y el olordesconsolado
de los cuartosde
huéspedes, con libros y revistasde
desecho. Eravestirse
con el frío. Salir de allíde
nuevo como extraños.Más
unidos, en fin, por una sombra.El
amor tiene ahora en el recuerdoolor
a cuartos húmedosy el sonido furtivo de
una puerta al abrirse.