¿Qué es el optimismo? ¿Cómo piensa una persona optimista? Está claro que no todos los optimistas tienen el mismo grado de optimismo ni piensan igual.
* Vivir el presente. Sacarle lo provechoso al momento que vivimos aquí y ahora, y procurar angustiarse o preocuparse por el futuro lo menos posible. Actitud que no está reñida con la responsabilidad.
* Mantener la serenidad cuando se pasa por un momento difícil. Ésta es la mejor manera de hacerle frente.
* Tener una visión positiva de los malos momentos. “No hay mal que por bien no venga.” En el peor de los casos, nos hará más fuertes.
* Vencer los miedos o, al menos, luchar contra ellos. Enfrentarlos aumenta la autoestima y, con ello, la calidad de vida. * Ser el mejor aliado de uno mismo. Puede fallarnos la persona que menos esperamos, pero nunca nosotros mismos.
* Evitar comparaciones que lleven a la frustración y la envidia. Nadie es ni mejor ni peor en términos generales. Cada persona es única y avanza a su propio ritmo.
* Prestar atención a los demás en lugar de estar tan pendiente de uno mismo.
* Olvidar la perfección. Si lo bueno no es perfecto, no deja de ser bueno.
* Ser práctico y realista. ¿Soñar y apasionarse? Sí, pero con los pies en la tierra.
* Ser perseverante. La buena suerte sonríe a menudo a las personas que están preparadas para recibirla. Hay que seguir luchando.
* Hacer lo que se piensa. Ser congruente y consecuente con uno mismo.
* Aprender o probar algo nuevo. Mantener viva la inquietud.
* Mover el cuerpo. El movimiento incrementa el bienestar y así se desechan pensamientos negativos.
* Cuidar la imagen personal. Tratar de lucir lo mejor posible a ojos de uno mismo.
* Salir de casa. El optimismo se asfixia si está encerrado en cuatro paredes.
* Cuidar la calidad del sueño diario. Dormir mal puede convertir el día en una experiencia extenuante y crispante.
* Hacer balance diario de lo positivo del día.