Los hábitos determinan nuestra calidad de vida, son fundamentales para disfrutar del bienestar tanto para los adultos y cuanto más para los niños.
¿QUE ES UN HÁBITO?
En psicología el hábito es cualquier comportamiento repetido regularmente, que requiere de un pequeño o ningún raciocinio y es aprendido, más que innato.
Un hábito es algo que hacemos inconscientemente, porque es parte ya de lo que somos, definen nuestra identidad.
Algo positivo de los hábitos, es que operan como una programación, que está funcionando ya sin que nos demos cuenta. Si te levantas y vas al baño, tomas un vaso de agua, te lavas los dientes, metes a la ducha, peinas y desayunas todos los días; entonces, estás ejecutando una rutina formada por hábitos que te hacen funcional por las mañanas, por poner un ejemplo.
Nadie nace con ellos, se adquieren, no suceden sin ser ocasionados. Cada persona suele moldear continuamente su forma de ser y de actuar, de acuerdo a las influencias que recibe del medio que la rodea; en la casa, en la escuela, en el trabajo, con los amigos, con todo esto vamos construyendo nuestro estilo de vida, mismo que estará presente en toda situación o actividad y puede ser modificado por las exigencias del medio y sobre todo por nuestras nuevas motivaciones y aspiraciones.
LOS PADRES SOMOS RESPONSABLES DE FORMAR HABITOS
Tengo años difundiendo hábitos saludables, hoy que soy mamá me resulta un tema fascinante y un reto que disfruto como nada.
Durante los primeros años de vida, los padres desempeñamos un papel fundamental en la transmisión de valores, normas, hábitos, rutinas, rituales y costumbres. Este conjunto de actitudes y aptitudes serán fundamentales en el desarrollo personal y social de nuestros niños.
Hasta los 5 años, el aprendizaje opera a través de dinámicas de refuerzo y castigo, y mediante conductas de imitación que observan en nosotros, los padres.
Idealmente, se espera que toda familia impulse hábitos de vida saludables, enseñando a sus hijos los beneficios de:
- Cuidar y escuchar su cuerpo.
- Hacer ejercicio de forma regular.
- Experimentar y descubrir el sabor de nuevos alimentos naturales.
- Disfrutar de hábitos higiénicos que facilitan la convivencia.
- Respetar el propio cuerpo, aceptarlo y amarlo incondicionalmente como principio básico para hacerlo con los demás.
- Descansar suficientemente.
- Cuidar el entorno.
- Fomentar la paz y convivencia armónica.
¡Nuestros hijos son lo más preciado en nuestras vidas, vivamos juntos la alegría del bienestar, es posible!
La adquisición de hábitos saludables es posible siguiendo el siguiente proceso:
- Identificación (basada en los padres)
- Imitación de los diferentes modelos de comportamiento (padres, maestros, compañeros)
- Práctica (en la familia, en la escuela y en la sociedad)
- Identificación de los efectos que produce el descuido de nuestra salud y la falta de hábitos saludables.
¡Si quieres que tus niños aprendan y disfruten hábitos saludables; como padre, incorpóralos primero en tu vida con verdadera convicción y disfrute, porque eres ejemplo y modelo a seguir!
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