Jordi Llobregat alaba el trabajo de los traductores de su obra, presente en países tan lejanos como China
Fuente: misstinta.com
Por: Tania Baeza
Su novela, El secreto de Vesalio, esconde la historia de unos misterios y traiciones. Sin desvelar nada importante, ¿qué diría a nuestros lectores para que decidan sumergirse en su obra?
El Secreto de Vesalio es una historia de secretos, traiciones y misterio. También es la historia de una ciudad, un mundo fantástico y terrible como era la Barcelona de 1888, y un tiempo extraordinarios, donde cualquier cosa era posible. A los futuros lectores les diría que se dejen llevar y disfruten.
¿Hay alguna razón especial para que el escenario elegido haya sido Barcelona y no otras ciudades mediterráneas?
Hay varias razones, una de ellas sentimental: era la ciudad de mi madre y es una forma de recuperarla. La otra es porque los acontecimientos históricos en los que se desarrolla la novela sólo ocurrieron en esta ciudad y en ese momento.
Los amantes del género, ¿encontrarán influencias o guiños a otros autores?
Encontraran muchos guiños. Es algo que me gusta mucho hacer. El lector puede disfrutar de la novela obviando su existencia, pero hay una segunda lectura que cualquier lector puede realizar si lo desea, y descubrir la treintena de guiños u homenajes que he incluido en la historia de autores como Poe, Doyle, Shelley, Eco…
La realidad es que la elección ha sido la correcta porque no para de recibir buenas noticias. ¿Qué se siente cuando una novela en la que ha trabajado mucho está entre las finalistas a mejor novela del 2015?
Pues me siento de fábula. Sobre todo porque finalmente ganamos. Y digo ganamos porque es cosa de todos. Estas nominaciones son la recompensa al trabajo de varios años y refleja lo más importante: el aprecio de los lectores. Sin lectores los escritores no somos nada.
Es algo que a mí me gusta especialmente. Siempre fui muy viajero y ahora quién viaja es mi novela. El Secreto de Vesalio, como sabéis, se ha traducido a 18 idiomas, publicándose este año ya en Italia y Holanda con excelente acogida. Durante el próximo año saldrá en una decena de países y al año siguiente todavía habrá Vesalio publicándose en otros más. Desde luego es increíble ver tu texto en idiomas que no eres capaz ni tan siquiera de pronunciar.
¿Tiene algún tipo de relación o contacto con las personas que trabajan en esas traducciones?
En algunos casos sí. Por ejemplo, he tenido varias conversaciones con los traductores en chino o la traductora francesa para ajustar algunos conceptos que diferían entre una lengua y otra. Ha sido una experiencia estupenda. Creo que es una labor a reivindicar. Los traductores son profesionales increíbles, que ejercen un trabajo muy complejo y nunca suficientemente reconocido.
Ahora hablemos de su presencia en las redes sociales. ¿Qué le lleva a dejar en manos de sus seguidores la elección de la portada de la edición checa, por ejemplo?
El contacto con mis lectores para mí es esencial. Resulta maravilloso leer todas las cosas preciosas que dicen de la novela, las formas tan diversas y particulares que cada lector tiene de entender la historia, el cariño, la energía que transmiten… Las redes me permiten ese contacto.
Dejar a mis lectores elegir la portada de la edición checa fue una oportunidad que surgió y que me encantó poder ofrecer. En el futuro pretendo hacer muchas más cosas así.
Ese contacto con sus lectores, ¿le aporta algo como escritor?
Como decía antes, mucha energía. También me transmite responsabilidad e inmensas ganas de escribir nuevas historias. Por otro lado, son también una fuente de documentación: sus emociones, sus singularidades físicas o sus caracteres los guardo en un rinconcito de mi mente y me sirven luego para construir personajes. No lo había explicado nunca antes, pero con mis lectores construyo personajes.
Tratando de recordar todas las críticas, positivas o negativas, que le han hecho a su novela, ¿cuál es el que más le impresionado?
No es fácil contestar porque todas te provocan una honda impresión. Las malas, que por suerte son pocas, suelen destrozarte el día y no parar de preguntarte cómo podías haberlo hecho mejor. Sobre las buenas, quizás lo mejor es cuando me hablan de algún personaje como si fuera real. Una vez me preguntó muy excitado un familiar: “¡Madre mía! ¡¿Tú sabías que X tenía este secreto?!” Me reí mucho y le tuve que recordar que lo había escrito yo. O cuando me han comentado que se han saltado una parado de metro leyendo o cuando han regalado el libro y alguien que no acostumbraba a leer le ha encantado y ahora se interesa más por la lectura… Las que me más emocionan son aquellas que son elogios indirectos, las más humanas.
Justo cuando todos los autores estaban dando razones para que sus libros sean regalo de navidad, usted se sale del redil con un acto literario en Valencia que se promociona con la siguiente frase: Por qué no debes regalar este libro. ¿Le gusta nadar contracorriente?
Risas. Bueno, eso es un acto que me permito hacer con mi gran amigo y mejor autor Santiago Álvarez. Ambos hemos vivido juntos el sueño de escribir y publicar y nos conocemos muy bien. Lo que nos permite poner a caer de un burro el libro del otro, pero con mucho cariño.
Su currículum incluye ser director del Festival Valencia Negra. ¿Cómo surgió esta oportunidad?
En un momento de penuria cultural en Valencia, un grupo de amigos decidimos que estaba bien protestar, pero que todavía mejor era ponernos manos a la obra y hacer algo. De ahí surgió la idea de crear el festival y en ello seguimos.
Nos hacemos una idea, pero ¿cuánto trabajo lleva sacar adelante un gran acontecimiento cultural como este?
Nadie se hace la idea del trabajo que conlleva, algunos incluso piensan que es un chollo, cuando es todo lo contrario. El trabajo para celebrar cada festival empieza unos nueve meses antes. Los tres últimos antes de empezar el festival son frenéticos, muy estresantes. Luego está la preocupación de completar el presupuesto que nunca conseguimos, etc., etc., y un largo etcétera. En consecuencia: un año tras otro nos replanteamos si vale la pena.
¿Se está preparando la cuarta edición para 2016? De ser así, ¿nos puede desvelar algo?
Si, se está preparando. Solo os puedo desvelar que vamos a conseguir que vengan escritores que jamás antes habían venido a Valencia. También que tenemos una lista de participantes que daría para tres festivales juntos. Por desgracia, no todos caben.
En relación a lo anterior. Se acaban de celebrar unas elecciones generales en las que el papel de la cultura durante la campaña ha sido nulo. Como miembro activo del sector, ¿qué le parece esta ausencia?
Penoso. Este es el país que tenemos. Para rematarlo ahora está el tema de las pensiones de los autores. Dan ganas de llorar o de cometer un asesinato.
Para acabar vamos a conocer sus gustos como lector. ¿Qué libro o autor le ha marcado especialmente?
Uf. Muchísimos y muy distintos. Me gusta leer de todo, incluso las etiquetas del champú. Autores que me han marcado: Auster, King, Somoza, Kerr, Delibes, Montero, Cela, Abercrombie, Rusell, Rothfuss,… una lista que no para de crecer.
¿Hay algún género que no le guste?
En principio no. Es posible que prefiera unas lecturas frente a otras, pero lo que me gustan son las buenas historias, las buenas de verdad y el género no importan entonces.
Por último, ¿qué libro recomienda a los seguidores de De lectura obligada?
Una respuesta adecuada sería: cualquiera de los autores que traemos al festival de Valencia Negra, son todos ellos muy grandes. Pero si me obligáis a decantarme, elijo Bajo el sol de medianoche, el estupendo regreso de Corto Maltés.