Hoy volvemos sobre la pista de Iván Ferreiro. Desde que en noviembre del pasado 2016 saliera a la luz “CASA”, el nuevo trabajo del gallego, hemos estado deseando que se acercara el día de disfrutar esta maravilla en directo.
Ya os hicimos en esta nuestra casa una reseña sobre lo que veíamos de este disco. Sin embargo, días antes de la cita en Sevilla, el cantante se desnuda y nos cuenta cómo siente, cómo vive y como crea estos pequeños trozos de arte.
Y allí estaba tras el teléfono Iván. Una persona que rehúsa a llamarse a sí mismo ‘artista’, pero que es capaz de tocar la fibra sensible de todo el que se acerca a vivir un poco de su magia en directo.
8pistas: Bueno, la primera pregunta es casi obligada. ¿Qué es lo que siente uno cuando llega a “CASA”?
Iván Ferreiro: Bueno, supongo que hay muchas formas de llegar a casa y siempre de formas muy diferentes cada vez que llegas a casa. A veces uno es feliz por llegar porque va a un sitio confortable y otras veces es un sitio negativista porque tiene sus problemas también, como quedarse en casa encerrado (risas). Porque la casa es ambigua y tiene muchas cosas, por eso creo que es un lugar del que hablar, porque parece que es solo una cosa, pero es un montón de ellas.
Hombre, yo no diría tanto. Lo que sí creo que tiene que ver es hablar sobre ello y tratar de sacarles una emoción.
Y supongo que de alguna manera se trata de barrer esas emociones digamos que todos tenemos encontradas entre las cosas buenas y las malas. Pero a veces solemos barrer un poquito sin darnos cuenta hacia las malas, entonces barremos un poco hacia las buenas. Creo que habla más sobre eso que de convertirlo en arte. Yo no sé ni siquiera si lo que hago es arte, no estoy muy seguro de si soy un artista. Lo que sí hago son canciones para que quede de alguna manera bien. Y en este trato de barrer un poco hacia la luz y hacia la positividad. La positividad está presente en todo el disco también. Habla de nuestras inseguridades, de nuestros miedos.
Entonces “CASA” tiene un balance positivo, ¿no?
Yo creo que sí. Mira hacia delante con optimismo, a lo mejor es un optimismo suicida, pero es un optimismo.
Y esta gira, ¿cómo está siendo?
Esta gira está siendo una de las mejores giras de mi vida. Estoy disfrutando muchísimo. La verdad es que la banda es una maravilla y estamos disfrutando de cada concierto un montón y estamos mejorando. Estamos como adolescentes disfrutando del escenario, de las ciudades a las que vamos. Estamos disfrutando de tocar, de las canciones, de la amistad. Lo que uno a los 15 años creía que debía ser una gira.
¿Van a caer sorpresas en el set list de esta gira?
Pues podría pasar. Realmente, caerá alguna. Pero bueno, tuvimos enfermo a nuestro batería, Xavi. Estuvimos en Toledo y tuvimos que agarrarnos un poco a un repertorio porque el pobre Toni se tuvo que aprender todo el repertorio, entonces tuvimos un parón de sorpresas de alguna manera. Y este fin de semana vuelve Xavi. A ver cómo se encuentra. Estoy deseando de abrazarle, y de volver a tocar con él. Y a ver, a ver qué pasa.
Te iba a preguntar si había algo de especial de tocar en Sevilla, pero con lo de que se reincorpore Xavi…
Sí, sí. Es muy especial. Va a ser un momento precioso. Además, yo… A mí me encanta Sevilla. Yo he dicho que uno de los conciertos más bonitos y que recuerdo siempre es el de Nocturama hace unos veranos, allí en Sevilla, que fue mágico, fue mágico. Y no puedo evitar pensar en ese concierto siempre que voy a Sevilla. Es un sitio increíble. Es un público muy curioso, y respetuoso. Me gusta.
Curioso en qué sentido.
Bueno, creo que todos tenemos un carácter en cada zona. En España tenemos a nivel colectivo como una forma de ser. Y el público de Sevilla es un público ruidoso, y efusivo, y cariñoso. Pero también es público que sabe rescatar la intimidad. Ya te digo, recuerdo aquel concierto concreto en el que había momentos de completo silencio y era al aire libre y todo el mundo súper callado. Se oían las respiraciones y los suspiros y cuando alguien canta es increíble. Y a veces cantaban bajito, ¿sabes? Os gusta la dinámica. Os gusta lo de abajito, abajito y para arriba, para arriba poquito a poco y luego arriba del todo. Creo que eso tiene mucho que ver conmigo (risas).
Realmente, es íntimo casi cuando estás cantando, ¿no?
Sí, sí. Eso es espectacular. Es una sensación fantástica.
¿Hace conectar con cada persona?
Sí. Y te hace conectar contigo también. O sea, creo que esa conexión tiene que ver con que, en ese silencio, yo estoy muy conectado conmigo y cada persona está muy conectada consigo misma y a la vez muy conectados todos. Y tal vez cuando se canta a viva voz pues estamos todos conectados, pero uno no está tan conectado con los demás, sino que su propia voz calla a los demás. No sé. Son emociones distintas y me gustan mucho las dos.
De este disco, Casa, ¿hay alguna canción que fuera ‘duda’ hasta el final?
No, no, no. Lo sabía. Sabía cuáles iban a entrar. Me dio pena no poder meter “El acontecimiento” que sí va en los extras y está en el vinilo. Pero creo que en el vinilo funciona muy bien y en el CD no funciona tan bien y la metí en los extras. Y bueno, creo que el acontecimiento es esa canción que está a medio camino entre estar en unos discos y en otros no… y sí está en los extras porque creo que es una canción propia de casa que debía estar.
Es un poco como el tema “Solaris”, ¿no?
Sí, sí. Es curioso, porque son unos temas con algo espacial, lo que sí tienen el mismo carácter, además, tienen mucha letra (risas).
Tienen tela de letra (risas). Y antes de lanzar un disco, cuál es la sensación minutos antes. Qué es lo que piensas.
A mí me pilló haciendo promoción ya. Y en Madrid, y en un apartamento alquilado por una semana, ¿sabes?, en una situación así medio extraña. Y la verdad es que es un momento emocionante y estás como viendo qué pasa. Y luego a las doce de la noche la gente dice, pues empiezo a escucharlo. Y la empiezan a poner en iTunes, en Internet o donde sea… Y lo cierto es que yo tenía que levantarme a las 7 de la mañana al día siguiente para ir al programa de Carmona, a presentar el disco con Carmona y tiene el programa muy temprano (risas).
Pero supongo que estás ahí expectante…
Entonces yo me acosté como que a las 10 para levantarme a las 7 de la mañana fresco, pero al final a las 12:10 me levanté, la gente estaba escuchando el disco… Me esperé la hora que se tarda en escuchar el disco entero y luego me puse a leer algunos comentarios y me fui a la cama con una sonrisa (risas).
La recompensa a un trabajo bien hecho
Sí, es un momento precioso.
¿Alguna canción te ha impresionado en directo por la respuesta del público?
La verdad es que me impresionan siempre cómo reaccionan con todas las canciones. Pero bueno, creo que “El Pensamiento Circular” funciona muy bien y eso. Pero me gusta más la sensación que tengo de cómo reciben todo el disco de alguna manera, más que por las canciones. Y luego pues … al principio estábamos tocando todo el disco y de repente quitamos algunas y empezaron ahí como unas voces que pedían que volviera “Tupolev”. Yo me di más cuenta… A ver, si te digo la verdad yo cuando toco estoy un poco ajeno, muy con los auriculares y a veces no me doy cuenta del fervor que hay hasta que me quito un auricular y me doy cuenta del ruido que hay, ¿no? Y la gente gritando. Y trato de estar concentrado en la canción y en eso. Pero sí veo la respuesta por internet después y veo que echan de menos algunas canciones. La verdad es que estoy bastante contento con el resultado de las canciones. Creo que todas tienen un comentario en algún sitio.
¿Entonces eres de esos artistas que luego buscan las impresiones en internet?
No, lo veo por mi Twitter. Y me gusta muchísimo. Me parece una suerte que pueda leerlo y pueda ver qué gusta y qué no gusta.
¿Te ha sorprendido alguna reinterpretación de las que hace el público de tus canciones? ¿Cuál te ha sorprendido en especial?
Siempre me sorprenden bastante las interpretaciones. Siempre que escribo lo hago muy a propósito para que tenga varias interpretaciones y trato que vaya hacia varios sitios. Y luego, antes de que salga el disco, suelo darme cuenta de que hay varias más. Y luego la gente interpreta. Pero a mí me gustan las canciones por eso, por cómo la gente las interpreta. Y cómo interpretarlas yo mismo, cómo entenderlas. Y yo creo que ahí está la elección.
Entre todos construís las canciones al final y le dais un sentido, ¿no?
Claro, y la canción es del oyente. La canción está hecha para él y es la interpretación que él quiera. Yo tengo la mía, la íntima que nunca le diré a nadie. Yo canto la canción de manera que pueda engañaros para que no veáis la mía (risas) porque soy bastante pudoroso. Está bastante clara la mía, pero es una que solo veo yo de alguna forma. Luego hay una segunda, que vemos mis amigos y yo y una tercera que veis vosotros. Y luego cada uno ve la suya y eso es lo que hace que la canción esté viva y es lo que creo que me gusta de las canciones. Me gusta al hacer los textos y las partes de una canción jugar a eso. Utilizo pequeñas palabras para que la interpretación sea doble o triple. Y me gusta mucho eso. Creo que es lo que más me gusta de las canciones.
Querríamos terminar preguntando en qué se encuentra ocupado hoy Rai Doriva.
(Risas) No sé nada de Rai Doriva. Está por ahí perdido. Escribió una carta para el disco, pero luego desapareció. Su última localización era Nueva York.
Bueno pues Iván, yo sí creo que hacéis arte. Ya es interpretación personal, pero en el momento que conseguís tocar la fibra de una persona o dos o tres, ya creo que eso se puede considerar un arte.
Pues muchas gracias.
A ti y esperamos que lo paséis genial en Sevilla.
Sí, lo pasaremos, allí nos vemos.
Allí nos vemos, ¡un placer!