Esta serie de ciencia ficción se centra en una agencia ficticia externa del gobierno británico, la cual fue creada en 1879 por la Reina Victoria a causa de los acontecimientos que se dan en Dientes y garras, segundo episodio de la segunda temporada de Doctor Who moderno. La labor principal de esta agencia es buscar cualquier fenómeno sobrenatural que ocurra en el Reino Unido, estudiarlo y neutralizar cualquier posible amenaza que pueda causar. En otras palabras, es como cualquier otra serie policial con la diferencia de que las amenazas o criminales son de naturaleza alienígena o espacio-temporales.
A decir verdad no esperaba que me fuera a gustar tanto. Fueron varias las cosas que disfruté de esta primera temporada, pero para no hacer esto muy largo quiero compartirles cinco de ellas:
Personajes. No es que me gustaran todos ellos, de hecho hubo uno (Owen) que me estresó en gran parte de los trece episodios que tiene la temporada, pero lo que me gustó es que no es un equipo bueno buenísimo con sus principios morales "rectos" y clarísimos. Muchas veces se cuestionan si lo que están haciendo está bien o mal, a veces tienen que hacer cosas por el bien común que preferirían no hacer, en otras ocasiones sus emociones los llevan cometer actos que nunca hubieran imaginado, etc. En fin, que al ser una serie que trata la cuestión alienígena se hace mucho énfasis en la humanidad de los personajes, y eso me encanta.
Entretenimiento y asombro. Es una serie muy entretenida; si bien no fui fan de algunos episodios, no puedo decir que no pasé un buen rato viéndolos. Pero también hubo otros cuyas tramas excedieron mis expectativas y llegaron a sorprenderme, lo cual creo que es difícil de lograr cuando uno piensa que ya lo ha visto todo. También en más de una ocasión sus historias echaron a volar mi imaginación, y esa es precisamente una de las razones por las que adoro Doctor Who.
¿Doctor Who para adultos?: Pues sí, así es exactamente como se siente. El tono de este spin-off es mucho más oscuro y adulto. Tenemos excenas de sexo (aunque no explícitas), lenguaje soez, mucha sangre e imágenes que podrían considerarse perturbadoras para los más sensibles. Es genial.
De vuelta a la era Russell T. Davies. El Doctor Who de Steven Moffat (actual showrunner de la serie,