Me recuerdas a las cosas que me han gustado antes de que tú llegaras y con ello, me haces pensar en quién soy y en por qué escojo lo que decido escoger para serlo.Soy la que a veces, deja que pequeños encuentros tengan la posibilidad de desembocar en grandes circunstancias y no los interrumpe. Te dejo fluir, en silencio, para que lo único que se oiga en mi cabeza es la hermosa banda sonora que te acompaña.Me haces reír, me sorprendes con lo que dices y me reconozco en algunas de tus ocurrencias. Me alegras el día o al menos, lo haces más llevadero durante el tiempo que estoy contigo.Cuando todo se oscurece alrededor, llegas tú con tu historia, con un plano secuencia de setenta minutos perfectamente coreografiado por las calles de uno de los barrios que más me han visto pasear en Madrid.
Hablar. Joaquín Oristrell, 2015
Me gustas
Me recuerdas a las cosas que me han gustado antes de que tú llegaras y con ello, me haces pensar en quién soy y en por qué escojo lo que decido escoger para serlo.Soy la que a veces, deja que pequeños encuentros tengan la posibilidad de desembocar en grandes circunstancias y no los interrumpe. Te dejo fluir, en silencio, para que lo único que se oiga en mi cabeza es la hermosa banda sonora que te acompaña.Me haces reír, me sorprendes con lo que dices y me reconozco en algunas de tus ocurrencias. Me alegras el día o al menos, lo haces más llevadero durante el tiempo que estoy contigo.Cuando todo se oscurece alrededor, llegas tú con tu historia, con un plano secuencia de setenta minutos perfectamente coreografiado por las calles de uno de los barrios que más me han visto pasear en Madrid.
Hablas con bocas que salen de otras historias, naturalmente; te mueves arriba y abajo y me llevas contigo en esas subidas y bajadas de los asuntos que tanto se dejan caer en el día de hoy, de ayer y de mañana. Eres la crisis económica y la cultural, el sensacionalismo, la intolerancia, el odio y la negatividad, la solidaridad... eres el problema de la comunicación entre personas, la crisis del lenguaje y la perversión del mismo que ya no se utiliza para lo que fue creado, para entendernos unos con otros sino para aplastarnos porque no escuchamos, sólo hablamos.Serás tema de conversación con los que quieran escucharme, con los que no te conocen, los que has gustado y también ¿por qué no? con aquellos a los que no. Hablar: me gustas y te lo digo.
Me recuerdas a las cosas que me han gustado antes de que tú llegaras y con ello, me haces pensar en quién soy y en por qué escojo lo que decido escoger para serlo.Soy la que a veces, deja que pequeños encuentros tengan la posibilidad de desembocar en grandes circunstancias y no los interrumpe. Te dejo fluir, en silencio, para que lo único que se oiga en mi cabeza es la hermosa banda sonora que te acompaña.Me haces reír, me sorprendes con lo que dices y me reconozco en algunas de tus ocurrencias. Me alegras el día o al menos, lo haces más llevadero durante el tiempo que estoy contigo.Cuando todo se oscurece alrededor, llegas tú con tu historia, con un plano secuencia de setenta minutos perfectamente coreografiado por las calles de uno de los barrios que más me han visto pasear en Madrid.