Para apandar lo ajeno o mejor dicho ser un excelente apropiador del dinero público, que es el nuestro, lo primero, hay que hablar es de lo tuyo para que lo nuestro, sea verdaderamente nuestro.
Así funcionan los 'coleguis' esos que estudiaron juntos y eran compañeros de pupitre.
- Oye Nacho, a ver si quedamos un día a comer y hablamos de lo mío.
- Si, así hablamos de lo nuestro.
- Pero que no se entere el populacho que luego se cabrea.
- Es cierto, que les hemos afanado a los que como contribuyentes que son, y acaban esperando esa ayuda del Estado para la dependencia, o se apuntan a las listas interminables para una operación en un hospital público.
- Y también es cierto que acaban muriendo esperando esa ayuda que les concedimos a la dependencia pero no han podido disfrutar, pues han fallecido antes, pobres.
Pues eso, ¿qué tal si empezamos a hablar de lo nuestro y dejamos para otro momento el hablar de lo tuyo?