Américo Hernández.
Con parecida reacción y velocidad determinados camaradas y Radonski se lanzan por la calle del medio a descalificar a los artistas y deportistas lanzados por el PSUV como candidatos a las alcaldías sin esperar la respuesta del pueblo. Radonski, asimilando rápido el coñazo del impacto de esas candidaturas, sale ipsofacto a señalar que los candidatos no conocen los municipios, no viven en ellos y por lo tanto no pueden conocer sus problemas ni amarlos porque les son extraños. Napoleón Bonaparte aseveró no importan los medios si se logran los objetivos, ante severas críticas de que entre sus tropas habían homosexuales y delincuentes. La toma de las decisiones de esas candidaturas es porque hay muy poco tiempo para posicionar candidato, discurso y mensaje. Además que para lograrlo se requiere de grandes inversiones en publicidad y propaganda. He allí queridos camaradas la génesis de esas candidaturas.El tiempo “mata” y está en juego la estabilidad del país y la consolidación del Proceso Revolucionario. Por ello necesitábamos personas bien posicionadas en el pueblo, caras nuevas y frescas, sin rabo de paja y plenamente identificadas con la Revolución. Por eso Winston Vallenilla, el Potro Álvarez y Maglio Ordoñez. Los tres son caras son súper conocidas y muy queridos por el pueblo. Por eso La Canalla no se cansa de atacarlos. Quién no recuerda el ataque que le hizo en Miami a Maglio en el Mundial de Beisbol. O el acoso en Lechería a Winston y Roque Valero con sus respectivas familias. O el vainonón que le armó al Potro Álvarez cuando acudió a depositar su voto chavista en su centro de votación. Esa arrechera de La Canalla a estos jóvenes artistas y deportistas venezolanos es porque les dolió arrechamente su amor por el Presidente Chávez y a la Revolución Bolivariana de Venezuela. Y le va a doler más cuando el 8D resulten electos alcaldes.
No voy a entrar en cuestionamientos a los camaradas que critican a los candidatos artistas y deportistas por una razón muy simple. Además. No se requiere ser un premio Nobel para ser alcalde. Las competencias de un buen alcalde son, a la mar de simples, muy sencillas: Trabajar por el ornato, el orden, el aseo y la seguridad de su comunidad. En pocas palabras un CON SER JE (conserje).Y si me apuran un SE RE NO (sereno) y no precisamente asturiano como casi todos los serenos de Madrid.
El problema con los alcaldes venezolanos es que en lugar de ocuparse de mantener limpias calles y avenidas; siempre verdes y limpias plazas, parques y jardines; alumbradas las vías públicas y velar por el orden público y la seguridad ciudadana, se lanzan a construir grandes edificaciones, se convierten en promotores de hoteles y complejos turísticos, se transforman en una especie de reyezuelos rodeados de policías municipales, escoltas de seguridad y un pelotón de escoltas y motorizados.
Comprendo y entiendo a la perfección el sentimiento de frustración de aquellos Cuadros Revolucionarios que se consideraban con méritos suficientes para ser candidatos a alcaldes, concejales. Pero la condición mediática del momento y el apremio de ganar con holgura las elecciones del 8D ameritaban seleccionar candidatos bien posicionados, gente ampliamente conocida por el pueblo. Gente con perfume de victoria. Por eso Radonski sale de nuevo como un loco desesperado a descalificarlos porque saben que son candidatos de peso, que son gente de éxito, queridos por el pueblo. Al árbol que da más frutos es al que más le tiran piedras.
Cerrando. Conocidos los candidatos para el 8D ahora la orden es salir e echarle un camión de bolas para ganar esas elecciones. Hay que cerrar las heridas, hay que pasar la página y trabajar todos unidos para regalarle a Chávez una nueva victoria. Unidad. Unidad. Unidad. Unidad.