Buenas noches a todos. Antes de irme a dormir (sí, tan temprano, es lo que tiene tener que madrugar mañana para ir a trabajar) quería que reflexionáramos un poco acerca de un tema que me tiene un poco aburrida ya. Se trata de las tallas. Sí, esos números que acompañan a las prendas de ropa y que supuestamente (repito, SUPUESTAMENTE) nos ayudarían a elegir qué prenda se adapta mejor a nuestro cuerpo.Pues bien, desde hace una temporada he comprobado como las tallas NO SIRVEN absolutamente para nada. Hablo especialmente del tallaje de pantalones que, en este caso, es el protagonista de mi historia:
Hace ya algún tiempo en el que aquí una servidora solía tener pantalones de la talla 36. Podía comprarlos sin necesidad de probarlos ya que en la mayoría de los casos todos se adaptaban a mi cuerpo. Por cosas de la vida (y que ahora no vienen a cuento), dejé atrás la talla 36 y me instalé en la 38 (aunque más bien necesitaría una 37... algo de lo que ya hablaremos en otra ocasión). Pues bien, aquí, con mi nueva talla, comenzó mi odisea con los pantalones.
Desde que uso esa "talla" puedo aseguraros que en mi armario tengo pantalones de la talla 36 que me quedan flojos, pantalones de la talla 38, de la talla 40 y OJO, hasta un pantalón de la talla 42 (de PULL & BEAR para ser concretos). No es que a mí me importe el numerito que ponga la etiqueta (mientras haya talla yo cojo aquel con el que me sienta cómoda) pero soy consciente de que no todo el mundo piensa así. Mucha gente deja de comprar una prenda por la necesidad de tener que llevar una talla más de la que usaba normalmente (aunque en realidad su cuerpo siga siendo el mismo).
Realmente no sé qué pretenden con esto, pero habrá gente a la que, como a mí, le sea indiferente una talla que otra (exceptuando cuando compramos sin probar y luego tenemos que ir a devolver la ropa) pero sé qué para otras personas puede suponer un problema muy serio.
¿A vosotros no os ha pasado esto últimamente? (igual soy yo que engordo y adelgazo por días...) ¿Qué opináis de esto?