Habitualmente los escritores que llegan a estas sección de mi mano, lo hacen tras haber sido leídos. En esta ocasión, aunque el libro está en mis pendientes desde hace tiempo, admito que aún no he podido hincarle el diente. ¿Ventajas? Que no os puedo hacer spoiler y que puedo aprovechar la entrevista para saciar mi curiosidad con respecto a varios temas en torno a ‘Soy Yunque’ y, de paso, presentaros esta obra a vosotros, si no la conocíais.
El título de la saga, de entrada, me parece de lo más evocador y llamativo; un golpe de efecto en toda regla, como ese que cae sobre el yunque. Y como siempre, empecemos por el principio, el autor, a quien suelo pedirle que se presente a sí mismo. Es difícil, me consta, a pocos nos gusta, pero nos debemos al público, así que:
¿Quién es Carlos Ruiz García?
Difícil cuestión, pues resulta complicado definirse a uno mismo. Diré, simplemente, que soy una persona que se gana la vida como técnico de mantenimiento en un hospital y que, como vía de escape a mis locuras, escribo historias (entre otras cosas).
¡La escritura! ¡Qué bonita y qué difícil vivir de ella! Pero al mismo tiempo, eso le confiere ese punto romántico: es difícil no haber de compaginarla con otro trabajo -el que paga las facturas-, pero al mismo tiempo te pide espacio, tiempo y, en definitiva, existir. Por lo que a mí respecta, gratitud y el mayor reconocimiento a esas personas que arrancan tiempo al tiempo para deleitarnos con sus historias y que, aun no siendo tan conocidas, le ponen empeño para llegar al mayor número de lectores posible y permitirnos, así, descubrir pequeños tesoros. De eso sabemos mucho en ‘El Redondal’.
Vamos al lío: ya conocemos algo más de Carlos; ahora queremos saber qué podemos encontrar en un libro tuyo.
Si me centro en la saga de fantasía épica que estoy desarrollando (de nombre «Soy Yunque»), encontraréis aventuras de corte clásico, con personajes de personalidades muy variopintas, pero con un trasfondo en el que es fácil encontrar valores que, considero, hoy en día están bastante perdidos, como el honor, el respeto a la palabra dada, la fidelidad incuestionable hacia quienes te ayudan… Y todo eso envuelto en un mundo medieval donde conviven personas normales con magos, nigromantes y criaturas fantásticas.
¡Fantasía en estado puro, vaya! Importante también resaltar valores tales como los que Carlos nos cita y llamativo, al mismo tiempo, que haya que recurrir a las novelas de fantasía para dar con ellos. Como bien nos dice el autor, en la cruda realidad, están bastante perdidos. ¡Bendita fantasía!
Uno de los aspectos que, personalmente, más me gusta conocer de los autores son sus orígenes en el mundo literario, en qué momento y cómo uno se plantea empezar a crear sus propias historias, así como dar el valiente y nada sencillo paso de publicar y compartirlas con el mundo.
¿Cómo fueron tus inicios, Carlos?
A escribir comencé desde los once años, nada más aprender mecanografía gracias a la máquina de escribir con la que también se enseñó mi madre. No obstante, fueron historias cortas, inspiradas en el cine de fantasía y ficción de los ochenta.
Pero si hablamos de empezar «seriamente», fue alrededor del año 2009, justo cuando comenzó la crisis económica de la década pasada. Al igual que le ocurrió a muchísima gente, me quedé en el paro y tuve tiempo para plasmar, negro sobre blanco, esa historia que llevaba años rondándome por la cabeza. Así, tras reescribir mi primera novela tres veces y releerla otras tantas, surgió «Las dos lunas», publicada en junio de 2017.
Desde entonces, he publicado una antología de relatos de misterio y terror junto a otro compañero: Manuel Tomás Llinares Morales, titulada «Pesadillas del otro lado» y seis colaboraciones con el Círculo de Fantasía; cuatro relatos en sendas antologías, y dos bloques d.e poemas en otros tantos poemarios; todos ellos con la fantasía como telón de fondo
Pues ya lo dicen: no hay mal que por bien no venga: Convertir algo complicado, como pueda ser una situación de desempleo en mitad de una crisis económica, en una oportunidad para empezar a darle forma a ese sueño que está ahí, esperando su momento. ¡Aplauso!
Vamos, ahora, al meollo de la cuestión. Entramos en el mundo de ‘Soy Yunque’. Lo decía al inicio de la entrevista: me parece un título llamativo, evocador y contundente. La portada también es toda una declaración de intenciones y la sinopsis, una invitación a tomar asiento, mantita y algo caliente para deleitarse en lo que apunta a ser una gran lectura.
¿Nos hablas de esta obra?
«Soy Yunque» narra la historia de un cambio; de cómo un mundo que lleva dos mil años sometido al capricho de un conjunto de nigromantes, de repente, por una simple decisión, se verá arrastrado a una serie de acontecimientos que conducirán a una guerra nunca vista. Esa decisión de la que hablo, es la que toma el gran Emperador inmortal, Drockon, de exigir al rey de Nakanya, Lako, la entrega de su hija, la preciosa Alía. Nadie en veinte centurias le ha negado nada a este oscuro ser. En la primera entrega de la saga: «Las dos lunas», eso va a cambiar.
El mundo que recrea esta aventura es medieval; por tanto, en cada página se habla de princesas, caballeros, reyes, nobles, vasallos, magos, castillos, fortalezas y criaturas dotadas de dones mágicos. Por otro lado, se incide mucho en los juramentos, la palabra dada, el valor de la sangre, de la amistad, la fidelidad, el amor paterno filial… y, por supuesto, no pueden faltar los personajes mezquinos, taimados, traicioneros y sin escrúpulos, que suponen el contrapunto. A partir de ahí se producirán desequilibrios hacia uno u otro lado.
A cualquiera que goce con la fantasía y las tramas cruzadas, es muy probable que le guste la saga del Yunque.
Por cierto, «Yunque» es el sobrenombre con el que las futuras generaciones, una vez finalizado el conflicto, conocerán a quien se alzó contra Drockon.
Pues lo dicho: tiene todos los números para ser una de esas novelas que uno disfruta leyendo, paladeando y deleitándose en mil detalles porque realmente parece que no le falta de nada (576 páginas que, a buen seguro, no se han desaprovechado). Y ¿qué suele pasar con esas novelas? Pues que uno siempre quiere más. Por suerte, ‘Las Dos Lunas’ es solo la primera parte, de modo que seguimos tirando del hilo, a ver si le sonsacamos más información a Carlos:
¿Puedes hablarnos de la segunda parte?
Claro. La segunda entrega comienza en el punto exacto donde termina la primera. En realidad es la misma historia cortada en varias partes (creo que serán cinco), como ocurre con «El Señor de los anillos». No puedo contarla entera en un solo tomo, pues tendría aproximadamente cuatro mil páginas jajajajaja.
Si el primer libro («Las dos lunas») narra una historia de amor y la lucha por mantenerlo, en la segunda («Los caballeros lacrimarios») se vivirá un viaje iniciático para encontrar objetos de poder con los que doblegar al nigromante. Así que, el segundo libro está perlado de persecuciones, batallas, viajes increíbles a lugares que no aparecen en los mapas del mundo conocido, y aparición de más y más personajes, monstruos y razas. Con cada libro el mundo se va ampliando para los protagonistas y también para el lector o lectora. Personalmente disfruté más escribiendo la segunda parte que la primera, y quienes han tenido la «suerte» de leer el manuscrito (aún no publicado) coinciden conmigo en que la lectura les ha resultado apasionante.
«Persecuciones, batallas, viajes increíbles a lugares que no aparecen en los mapas del mundo conocido, y aparición de más y más personajes, monstruos y razas». Desde luego, si ‘Las Dos Lunas’ ya nos pone la miel en los labios, ‘Los Caballeros Lacrimarios’ nos da el golpe de gracia para arrancarnos a leer. Carlos nos habla de un mundo que va creciendo y ampliándose en el desarrollo de las novelas y yo os invito a visitar su página web y deleitaros en lo que en El Redondal llamamos ‘la cantería de mundos’; más conocida entre el resto de mortales como ‘worldbuilding’. Impresionante el universo ‘Soy Yunque’ e impresionante todo el material que podéis encontrar en soy-yunque.com.
Además del mundo creado por Carlos, ponemos también especial atención en los personajes, que son quienes llevan todo el peso de la trama, quienes nos emocionan, nos hacen enfadar, odiarlos, amarlos. Queremos saber:
¿Qué tipo de personajes te gustan?
No tengo un perfil claro y definido, pero sí te diré que, basándome en las películas que más me han impactado, me gustan los personajes como William Wallace: de carácter noble, dotados de gran inteligencia y astucia militar. Aunque también ocupa un lugar muy especial en mi corazón Mc Mardigan, el antihéroe de mirada sagaz y sonrisa picarona que protagoniza «Willow». No me olvido de Navar, el noble caballero de «Lady Halcón», de carácter férreo pero de corazón justo. Me gustan los personajes que, aún en el sufrimiento, son fieles a sus amigos hasta la muerte. A mis cuarenta y siete años soy muy de clichés, no me importa reconocerlo. Soy de una generación que disfrutó con «La historia interminable», «Dentro del laberinto», «Willow», «Cristal Oscuro», «Krull» y tantas otras películas de la época, por tanto, en mis libros se notará esa influencia.
¡Casi na! Poco más puede añadirse, aunque desde luego, dan ganas de seguir preguntando hasta la saciedad. ‘Soy Yunque’ puede tener, a priori, todos los ingredientes para que cualquier editorial se interese en ella. Pero Carlos ha optado por la autopublicación y sería genial que nos explicases:
¿Por qué autopublicación?
Porque esa es la única opción que tiene cualquier autor al que solo conocen su familia y amigos. Siendo desconocido y, sin tener «padrinos», es imposible que una editorial tradicional arriesgue su dinero en un autor que, por muy buena que sea su obra, nadie conoce.
Hoy en día las editoriales enganchan a los posibles lectores a través del autor, no de la obra. Si no me creéis, os invito a hacer un ejercicio: Marchar a cualquier centro comercial, visitar la zona de libros y contarme qué veis. Ya os adelanto que veréis tomos con el nombre del autor en tamaño más grande que el propio título: Stephen King (y el título), Arturo Pérez Reverte (y el título). Te venden al autor porque ya tiene un currículum y porque ya ha escrito otros bestsellers como tal o cuál. Los coges y, aunque luego el libro sea flojo, pero ya has picado y las editoriales ya han ganado.
El autor desconocido solo tiene dos opciones: Ahorrar bastante para poder pagar lo que las editoriales de coedición le piden para poder ver su libro en lugares como FNAC, Casa del Libro, etc. En mi caso son libros gordos, por lo que me piden una pasta que no tengo.
La segunda opción es la autopublicación. Eso sí, tienes que aprender a maquetar, diseñar, dibujar y mil cosas más si quieres mostrar un producto digno y que no se desmerezca ante los libros publicados por «los grandes». En mi caso espero haberlo conseguido.
Está claro que el número de seguidores que uno sea capaz de mover ahora es de capital relevancia en las posibilidades de que apuesten por ti, aunque yo me reitero en que al final, el destino es el lector y las opciones de publicación son el camino para llegar a él. No hay más. Una editorial es una opción más.
¡Llegar al lector, casi nada! Una de las maneras en las que puede hacerse es a través de ferias, firmas y eventos. Antes de que el dichoso virus parase tantas cosas, me consta que Carlos era un autor muy activo en este tipo de acontecimientos, así que:
¿Nos hablas de tu actividad en este tipo de eventos de cara al público?
Al principio no fui muy activo. De hecho, tras la publicación en Amazon de «Las dos lunas» ni siquiera hice una presentación. No tenía pasta para pagar una gran tirada y me conocían cuatro gatos, por lo que hacer una presentación me parecía muy pretencioso por mi parte. Así que opté por ir poco a poco, vendiendo cada libro en mano, haciéndome ver en las redes sociales y consiguiendo alguna que otra entrevista.
Fue así como me hice un huequecillo.
Hoy ya puedo decir que he salido hablando de mi libro en una televisión local de Alicante y en dos entrevistas en radio, tengo dos páginas web bastante completas Y me he recorrido la provincia en diversas ferias junto a una Asociación Literaria y Cultural que se llama «La Estación de las Palabras». En dicha Asociación he podido conocer otros autores y autoras junto a las cuales hemos visitado diversas poblaciones de Alicante, mostrando nuestros libros al público en ferias y mercadillos. Son experiencias bonitas en las que hemos podido subirnos (a veces) a un estrado para leer fragmentos de nuestras historias y ver cómo reacciona la gente. Es muy bonito cuando se te acerca alguien a preguntar cómo es tu mundo, qué aventuras suceden en él, cuánto de fantasía hay en sus páginas, etc.
Para terminar, diré que con mi último proyecto colaborativo estoy muy emocionado.
Se trata de un canal de Youtube, llamado, «Frikeame Deluxe», que hemos abierto entre tres autores indies de fantasía épica a los que ya puedo considerar amigos: Angar Marthor, Jesús Ureña Ibañez y un servidor. En él tratamos de hablar de todo tipo de cosas que pueden denominarse «frikis». Entrevistamos a magos, cómicos, cantantes, escritores, ilustradores, gamers, coleccionistas e incluso directores de cine, como David Galán Galindo, autor, guionista y director de la película de Netflix «Orígenes secretos». Nuestra intención es darnos a conocer a través dicho canal, ganar suscriptores y llamar la atención de posibles editoriales, así de sencillo. Tal y como respondí anteriormente, si no te conocen no vendes.
Así que, en resumen, hoy por hoy no podría ser más activo. De hecho, me faltan horas del día.
¡Increíble! Desde luego tenemos medios de sobra para seguir a Carlos en uno y otro lado, lo cual es de agradecer.
Por último, me gustaría que le pusiéramos punto y final a la entrevista mediante un extracto de la novela, que sean las propias páginas las que hablen y traten de convencer al lector para que le dé esa apreciada oportunidad por la que tanto peleamos.
Le pedimos a Carlos un fragmento de ‘Las Dos Lunas’.
Por supuesto. Hay muchos momentos de gran tensión en «Las dos lunas», y no me es fácil elegir uno, pero os muestro un fragmento en el que la princesa Alía visita a su amor imposible (un plebeyo de nombre Álastor) en la celda del Justiciorum (algo así como un circo romano) poco antes de que se lo lleven para afrontar un combate a muerte en la arena. En esta parte de la historia Álastor está ciego (por algo que sucede que no contaré para no hacer spoiler). Espero que os guste:
Con paso tímido, Alía salvó la distancia que la separaba de la celda que retenía a su amor. Para cuando escrutó en su interior, las lágrimas nublaron su vista impidiendo localizarle.
—¿Alía?, ¿eres tú? —preguntó Álastor con voz debilitada.
—¿Dónde estás? —gimió ella, aferrándose a los barrotes—. No puedo verte.
Tras escucharse el tintineo de unas cadenas, Álastor emergió desde el fondo, al abrigo de las sombras. Alía sintió un puño de hielo atenazarle el corazón al contemplar su lamentable estado. Sucio y semidesnudo, avanzaba hacia ella dubitativo, tanteando con sus manos cuanto le rodeaba.
—Sigue avanzando… sigue mi voz… —Trató de guiarlo entre lágrimas, estirando su brazo a través de los barrotes para poder asir sus manos. Pero las cadenas que lo retenían se tensaron, impidiendo a su héroe avanzar más cuando tan solo los separaba un suspiro. Alía sollozó, impotente por su funesto destino.
—No llores, por favor —musitó sonriendo para tranquilizarla.
—¿Cómo esperas que no lo haga? —sollozó con la voz rota—. ¿Por qué le hablaste a mi padre de Norgoriah y los reyes benditos? Él estaba dispuesto a mostrarse benévolo contigo… pero tus palabras no le dejaron otra salida que esta…
—No puedo traicionar mis principios por miedo a lo que la gente pueda pensar… y lo sabes —respondió con tono conciliador—. ¿Hubieses preferido que renegara de todo en cuanto creo?
—No, Álastor —contestó agotada—. Hubiese preferido tu silencio. El silencio es prudencia.
—El silencio es cobardía —objetó severo—. No negué a tu padre que te amaba cuando él ya lo sospechaba. Nunca te negaría aunque con ello salvara mi vida. Lo mismo ocurre con mis principios.
—No digo que dejes de creer en lo que quieras, sino de escoger el momento apropiado para hablar de ello —le reprochó con dulzura, entendiendo que jamás lo cambiaría. Tal vez por eso comenzaba a amarlo con locura.
THE END
Y hasta aquí. Le doy las gracias a Carlos por su amabilidad y predisposición y os dejo aquí todos los enlaces para que podáis conocerlo y seguirlo si así lo deseáis.
Twitter del autor:c_ruiz_garcia
Instagram del autor: carlosruizgarcia1973/
Página web del autor: soy-yunque