Hablemos de la celiaquía y la depresión

Por Psicólogos Depresión Málaga @depresionmalaga
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Antes de nada… ¿qué es la celiaquía o intolerancia al gluten?

La celiaquía es una enfermedad de carácter autoinmune. Las personas que padecen celiaquía no pueden consumir gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Cuando una persona con celiaquía consume cualquier alimento que contenga gluten, su sistema inmunológico se activa para combatirlo, destruyendo a su paso los vellos intestinales que nos ayudan en la absorción de nutrientes.

A medio-largo plazo, esto provoca un daño intestinal grave (puede llegar a producirse una ulceración y, en última instancia, desarrollarse cáncer de colon) así como otras múltiples consecuencias derivadas de la malnutrición que se produce por el daño sobre las vellosidades intestinales.  

Consecuencias a la hora de comer

Dentro de los cuidados que las personas con celiaquía que han de tener a la hora de comer, uno de los más importantes es la correcta manipulación de los alimentos. Esto se debe a que un alimento libre de gluten puede contaminarse si no se manipula adecuadamente. De esta manera, salir a comer fuera de casa puede convertirse en una odisea: muchas veces te vuelves a casa con hambre o intoxicado. Por no hablar, por supuesto, de los precios prohibitivos de los productos “sin gluten” que encarecen cartas de restaurantes, obradores y cesta de la compra. Como consecuencia a todo esto, las personas con celiaquía pueden verse sumidas en una espiral de malestar, angustia y tristeza, desembocando en un estado de depresión con episodios de ansiedad si no se gestiona adecuadamente.

Hago un breve inciso para atender algo que considero de relevancia. Y es que, en estos momentos, habrá lectores que puedan pensar:

“Pues no es para tanto, ya hay muchos sitios donde pueden comer.”

“En casi todos los supermercados hay productos para ellos.”

“Por un día que coman lo que los demás no les va a pasar nada.”

Estos son tres ejemplos de un largo etcétera de pensamientos (o comentarios) que evidencian el gran desconocimiento que hay aún hoy día sobre esta enfermedad. Si bien es cierto, que cada vez hay más información sobre la enfermedad celíaca, sigue siendo una asignatura pendiente para gran parte de la población. Es importante atender adecuadamente las necesidades que conlleva como enfermedad que es.

Síntomas más frecuentes de malestar

Con respecto a la depresión en la celiaquía, los síntomas más frecuentes que se pueden presentar (sobre todo, en personas recientemente diagnosticadas) son:

  • Tristeza
  • Sentimiento de soledad
  • Estados de ansiedad y angustia
  • Apatía
  • Sentimiento de ser un “bicho raro”
  • Sentimiento de incomprensión propia (“¿por qué me ha tenido que pasar esto a mi?”) y por parte de los demás (“siento que no entienden mi problema”)

Toda esta sintomatología responde, en la mayoría de las ocasiones, a una dificultad de adaptación social. Es decir, una persona con celiaquía se ve condicionada a frecuentar exclusivamente aquellos lugares donde tiene asegurado que va a poder comer sin enfermarse. Eso implica tener que renunciar en muchas ocasiones a ir, incluso, a comer a casa de familiares.

Sentimiento de restricción

Así mismo, conlleva tener que condicionar las salidas con amigos o familia. Este hecho, por sí solo, ya puede generar malestar por el sentimiento de restricción (“no puedo ir a los mismos sitios que los demás” o “no puedo comer eso que al resto tanto les gusta”) y, al mismo tiempo, al sentir que molestan a los demás al tener que disponer siempre el lugar de reunión. 

Con respecto a esto último hago una nueva aclaración. Partiendo de que cada vez son más los restaurantes que añaden a sus cartas el famoso “gluten free”, no son tantos ni tan variados los que lo hacen asegurando al 100% que no va a haber contaminación cruzada. Eso mismo pasa en muchas ocasiones en la casa de la familia, el problema no es tanto que se cocine sin gluten sino que se haga con los medios y las nociones oportunas para no contaminar.

Aislamiento, soledad e incompresión

Otro aspecto importante a tener en cuenta es elaislamiento al que se ven avocadas algunas de estas personas y que favorece sentimientos de soledad e incomprensión. Esto ocurre cuando el entorno de la persona no es facilitador.

Por ejemplo, cuando los amigos quedan sin avisar a esta persona y luego le dicen: “no te hemos dicho de venir porque allí no hay comida para ti”; o cuando evitan ir a los sitios que la persona con celiaquía puede porque tiene precios más elevados; o cuando no muestran interés por entender en qué consiste la enfermedad y favorecer que la persona se sienta cómoda y acompañada en su proceso. Ante estas actitudes por parte de su entorno, la persona puede sentirse un “bicho raro” y dejar de sentir disfrute por salir.

Ansiedad y angustia

Por último, también conviene destacar que las personas con esta problemática suelen necesitar tener todas las salidas planificadas: ¿a dónde?, ¿qué voy a poder comer?, ¿y si está cerrado?. La celiaquía deja poco lugar para la improvisación, por ello, ante planes inesperados o eventos con poca capacidad de control (como cumpleaños, bodas, bautizos, comidas de empresa…), pueden manifestarse estados de ansiedad y angustia con pensamientos anticipatorios sobre la comida y miedo a qué pensarán los demás.

Tratamiento psicológico

Como en el resto de enfermedades crónicas, el tratamiento de la depresión en la celiaquía debe centrarse en la aceptación de la enfermedad, de sus limitaciones y todas sus posibilidades. Así como de favorecer el entendimiento de la misma por parte de las personas de nuestro entorno, rodearnos de aquellas que sean facilitadoras y desapegarnos de aquellas otras que ponen piedras en nuestro camino.

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