Hablemos de sexo

Por Siempreenmedio @Siempreblog

“El amor y el sexo no son lo mismo pero, de momento, vamos a decirles que para que haya sexo debe haber amor. Ya tendrán tiempo de averiguar y experimentar que eso no es así”. “Debemos darles información afectivo sexual”. “No le des una caja de condones y ya está”. Esas fueron algunas de las frases que se escucharon en una charla para padres sobre cómo tratar la sexualidad con los hijos. Una vez más la teoría es fantástica pero cada persona es un mundo y cada niño un universo. Hablar de sexo con un niño puede resultar incómodo,  encontrar el momento adecuado, violento y utilizar las palabras correctas, delicado… Pero lo que está claro es que tarde o temprano habrá que hacerlo.

Y es que son tantas las herramientas que los críos tienen a su disposición en la actualidad, que ya no se trata de que los amigos se cuenten secretos en el patio, de que la información les llegue alterada al pasar de boca en boca  o de que pillen una revista porno. Es que llevan Internet en el bolsillo, ya sea en el móvil, en el Ipod o en una Tablet, es raro el niño de más de 10 años que no dispone de alguno de estos dispositivos. La curiosidad que antes compartían con los amigos ahora la sacian con una búsqueda en Google recibiendo respuestas que no son capaces de digerir, entender, manejar…

Internet al alcance de la mano

Por eso es tan importante que hablemos con ellos, que de una forma natural vayamos sacando el tema cuanto antes. No se trata de hablarles de penes, vulvas, coitos o preservativos, es mucho más importante que el niño se sienta querido y que aprenda que es digno de ser amado. Esto se transmite con el contacto, las muestras de amor, los abrazos, desde chiquitos hasta la adolescencia o mejor siempre. Que aprendan a respetar y a ser respetados. Que confíen en nosotros, que se sientan escuchados y no juzgados. Y todo esto es más sencillo si comienzan a recibir estos mensajes desde pequeños no sólo en la escuela, sino en su entorno más cercano, en su familia. Una vez más la idílica teoría, que habrá que ir integrando en nuestro día a día. Y si ya se nos han hecho mayores, no los demos por perdidos, nunca es tarde.