Hablemos del Asesinato de Fátima Quintana Gutiérrez

Publicado el 18 marzo 2019 por Carlosgu82

Mucho se ha dicho del crimen que apagó la vida de esta niña de 12 años, sin embargo, la historia de lo sucedido debe quedar plasmada para que todo aquél que no la conozca, sepa lo que ocurrió y tenga conocimiento de las injusticias de un sistema judicial plagado de corrupción.
“Mamá, mamá, saca a mi hermanita de ahí, se está ahogando…”
Volvía la pequeña Fátima del colegio, junto con una compañera de estudios, habitualmente sus padres pasaban buscándola al bajar del autobús, pero ese 5 de febrero del 2015, las cosas serían diferentes… Esta vez sus padres no fueron por ella. En el camino a su casa, a 100 metros de la misma, ella fue secuestrada por tres individuos, y en menos de una hora habían acabado con su vida. Siempre llegaba a casa a tiempo, pasadas las 3:00 de la tarde Fátima no había llegado a su vivienda, lo que alertó a su madre quien en seguida, salió en su búsqueda.

Se encontró la señora Lorena Gutiérrez, madre de la niña con una vecina, compañera de clases de su hija, quien le confirmó que en efecto Fátima se había bajado del autobús. Acto seguido, la madre de la víctima confronta a los tres caballeros, quienes negaron haber visto a la niña, ya desesperada la señora Lorena gritaba entre lágrimas que alguien se había robado a su hija mientras corría por el cerro donde vivían sus vecinos, en este trayecto, consiguió el suéter de la niña manchado con sangre, además de un zapato lo que le hizo pensar que le habían amputado un pie. Luego de dar aviso a las autoridades Lorena, vuelve a bajar por el cerro encontrando a su paso un cuchillo con sangre. Y encontrando el cuerpo de su hija, semienterrado, su hijo quien la acompañaba le suplicaba que la desenterrara, pues se estaba ahogando y ella, fuera de sí, volvió a la avenida a notificar que habían asesinado a su hija.

La autopsia reveló que Fátima se defendió hasta el cansancio, que luchó por su vida hasta el último momento, además dio a conocer que la niña fue terriblemente torturada: Le fue extraído un ojo, perdió sus piezas dentales, su pecho fue abierto 30 centímetros, fue violada anal y vaginalmente, fracturaron sus tobillos y clavícula, recibió 90 puñaladas, y agonizante, viva, sufriendo, aún tuvo fuerza para levantar sus brazos en un inútil y desesperado intento por detener la piedra de 60 kilos, que le fue arrojada en la cabeza acabando finalmente con su vida, fracturándole las muñecas y ocasionándole un trauma cráneo encefálico severo. Finalmente, el cadáver destrozado fue enterrado por los tres asesinos.

La procaduría no contaba con tiras reactivas para plasmar evidencia del abuso sexual, por lo que este quedó descartado. Un año y medio después del asesinato se llevó a cabo el juicio a los tres asesinos, uno de ellos condenado a 5 años de reclusión, pena reducida a 3 años por haber sido menor de edad al momento de cometer el crímen. Un segundo victimario, hermano del primero, fue condenado a 73 años y 8 meses de prisión. El tercero de ellos quedó en libertad por falta de pruebas.