Foto de portada por: Luiz Fernandez Reis
El 28 de agosto de 1963, o sea hace ahora 50 años, hubo una Marcha sobre Washington, por el trabajo y la libertad, que terminó con un acto multitudinario en el Monumento a Lincoln. Allí Martin Luther King Jr. pronunció su histórico discurso “Tengo un sueño” para una igualdad real entre blancos y negros. Asistieron más de 200.000 personas, sobre todo afroamericanos, pero también muchos blancos. Los Servicios Postales de los EEUU lo conmemoran con la edición de un sello especial.
El Presidente John F. Kennedy dudo en un principio en admitirla por el riesgo de que pudiera haber violencia. Pero no fue así. Fue un acto reivindicativo en un ambiente festivo. Actuaron Marian Anderson y Bob Dylan. Joan Baezcantó "We Shall Overcome" (“Lo superaremos”) y "Oh Freedom" (“Oh Libertad”) coreado por la multitud. También cantó la leyenda del góspel, Mahalia Jackson, quien fue la que sugirió a Martin Luther King de hablar de su “sueño”. “I have a dream”, una improvisación, quedó en la memoria como el nombre de su histórico discurso, un ejemplo de excelente oratoria. El primer afroamericano a ser elegido como Presidente en la historia de los EEUU, Barack Obama, lo conmemoraría en su discurso el día antes de jurar el cargo en 2009.
La marcha influyó en la aprobación de la Ley de los Derechos Civiles en 1964 y la Ley del Derecho al Voto en 1965. En 1964 Martin Luther King recibiría el Premio Nobel de la Paz por su lucha no violenta contra la discriminación racial.
A pesar del gran avance, la igualdad todavía no se ha consolidada. TIME lo ilustra con datos estadísticos de 2012. Por ejemplo el 21% de los negros tienen un grado de bachelor contra el 35% de los blancos. En 2013, en el Congreso los negros tienen 43 representantes sobre un total de 435 y tienen tan solo un senador entre los 100 que hay. El 45% de los negros tienen su propia casa contra el 70 % de los blancos. Los negros mueren antes que los blancos. Y sobre las relaciones entre blancos y negros el 72% de los blancos dicen que son buenas, contra el 66% de los negros. El mayor avance ha sido que ahora tienen un presidente negro.
Así improvisó Martin Luther King Jr. el final de su discurso:
“Tengo un sueño de que algún día los montes rojos de Georgia, los hijos de antiguos esclavos y los hijos de los amos de los antiguos esclavos serán capaces de sentarse juntos a la mesa de la hermandad.
Tengo un sueño de que algún día hasta el estado de Mississippi, un estado abrasado por el ardor de la injusticia, abrasado por el ardor de la opresión, se transformará en una oasis de paz y justicia.
Tengo un sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán algún día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel pero por el contenido de su carácter…
Tengo un sueño hoy.”