Por Liober Rodríguez. Hay quienes piensa que la juventud cubana está perdida... Esos que creen eso, realmente nunca han conocido a los cubanos. Después que en el 2012 el huracán Sandy afectara severamente a las provincias orientales, el pueblo y principalmente la Unión de Jóvenes Comunistas dio el paso al frente. En Granma, conjuntamente con la provincia de las Tunas se creó la Columna Juvenil 60 aniversario del Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Su objetivo era partir para unas de las provincias afectadas, en este caso fue a la provincia de Guantánamo, la cual pasaba por una fuerte epidemia de dengue y enfermedades diarreicas como el cólera. Partimos por tres meses y hoy se cumple ya dos años de nuestro regreso.
Allí laboramos en el saneamiento auto focal conjunto a salud pública, para reforzar el saneamiento, la prevención y el control de criaderos de mosquitos, además del control febril y diarreica de la población.
El tratamiento a niños y personas adultas era prioridad, la utilización de cal y cloro en caños, tragantes, fosas... para evitar la propagación. El control de la fumigación, el buen funcionamiento de visitas a las casas, conjuntamente con médicos de familia.
En solo en un mes se logró bajar el índice de infestados con dengue y cólera, gracias a nuestra labor y esfuerzo de dejar la familia y la comodidad, dentro de la patria. Una misión nacional, de esas que enorgullece y describe el valor humano de los jóvenes cubanos.
Es que somos así, jóvenes alegres, solidarios y revolucionarios, porque cuando Cuba llama, nosotros los jóvenes respondemos: Patria o Muerte.