Hace una década de 2003. Aquel año irrepetible e inolvidable.

Por Soy_pastoreno
(3ª parte. La romería y la guinda a un año único)

El maravilloso epílogo de las fiestas mayores que supone cada año la simpar romería al santuario de la Divina Pastora y su besamanos en la parroquia, tuvo este año un pórtico también excepcional, ya que el lunes 22 de septiembre, en el marco de los festejos previos a la romería tuvo lugar un acto histórico como fue el de entrega a la hermandad de la declaración de Fiesta de Interés Turístico de Andalucía de las Fiestas y Romería de la Divina Pastora, de manos del delegado provincial de turismo de la Junta de Andalucía, don Mariano Pérez de Ayala y Conradi. El acto celebrado en la Casa de la Cultura de Cantillana, conto con la actuación de Celedonio, tamborilero de la hermandad y del coro flamenco de la misma. Intervinieron el secretario de la hermandad, el hermano mayor y el delegado provincial que hizo entrega del decreto de concesión de la declaración al hermano mayor y exaltó los valores, riqueza, singularidad y antigüedad de los festejos pastoreños, motivo de esta importante concesión que se llevaba tramitando desde el año 2001. Ese reconocimiento en el marco de la romería supuso el mejor broche de oro a este año jubilarmente pastoreño.
Los festejos populares previos a la romería continuaron como de costumbre con la quema de numerosos toros de fuego por las calles de la localidad el martes y miércoles 23 y 24. El jueves 25se celebró el Rosario preparatorio de la romería por las calles de Cantillana, presidido por el Simpecado pastoreño y alumbrado por bengalas, amenizado por los tamborileros y por el coro de la hermandad que cantó los misterios gozosos. Tras la entrada del Rosario en su parroquia, tuvo lugar en la plaza del llano el tradicional espectáculo de exaltación de la romería en el que intervinieron el coro de la Hermandad, los tamborileros y varios artistas invitados.
El viernes 26, se celebró como de costumbre el típico acto de coronación de las romeras mayor e infantil, acompañadas de sus damas de honor, y se pronunció el pregón de la romería a cargo de la artista folclórica Ana del Rio. Se finalizó con la gran velada musical.

La declaración de interés turístico de las fiestas
pastoreñas supuso el gran broche de oro a las
magnas celebraciones del tercer centenario.


 El sábado 27, tras una impresionante diana de cohetes y tracas desde las cinco de la mañana y las dianas floreadas de la banda de música y de los tamborileros. La peregrinación al santuario se inició a las 10 de la mañana con la salida desde la parroquia del Simpecado de la Divina Pastora para colocarlo en la carreta de plata. Como de costumbre se celebró nuestra popular romería en Los Pajares con los actos acostumbrados, recibimiento de hermandades, rosario público de medianoche y Santa Misa de Romeros en la mañana del domingo. Por la tarde se inició el camino de vuelta iluminándose con centenares de bengalas el paso del Simpecado, romeros y carretas por el vado del rio Viar. La entrada en el pueblo, ya anochecido, fue triunfal como de costumbre y la comitiva fue recibida por las músicas y los fuegos artificiales de las avenidas del Guadalquivir, Andalucía y Ntra. Sra. de la Soledad. En el Llano se realizó la tradicional ofrenda de flores de los caballistas y continuó el recorrido hasta la parroquia donde, pasada la una de la mañana, hizo su entrada el Simpecado entre los acordes de la Marcha Real y una interminable salva de cohetes de varios minutos de duración.
Allí la imagen peregrina de la Divina Pastora, estaba expuesta, desde las 10 de la noche, en su tradicional y devoto besamanos, instituido en 1933, recibiendo, en el camarín de su capilla, el homenaje filial de sus hijos en un acto entrañable, lleno de devoción que ponía un año más el broche final a las fiestas mayores de Cantillana, más especiales que nunca en este año inolvidable.
Después de la romería se celebraron los cultos secundarios de regla como el triduo en honor de San Francisco de Asís y le novena de ánimas, ambos ante el camarín de la Pastora como es costumbre.
Con motivo de las fiestas de Navidad, se instaló en el Santuario el tradicional Belén que también tuvo presente el tercer centenario, para ello se confeccionó una maqueta a escala, de unos dos metros de altura, del arco de triunfo monumental erigido en Septiembre en la plaza del Llano. Bajo este, que hacía las veces de portal de Belén, se colocó el misterio con unas imágenes de barroco cocido policromadas al óleo representando a san José con el Niño en sus brazos y a la Virgen María copiando a la imagen de la Divina Pastora de Cantillana y que ostentaba a su vez una réplica a escala del cayado de oro, todo ello rodeado de varias ovejas. Fueron autores de este montaje Luis M. López Hernández, Francisco M. Duran Gallardo, Antonio López Hernández y José Naranjo Ferrari. El día 25 de diciembre, como es costumbre, se celebró en el Santuario la Misa de Navidad que fue amenizada por el coro de la Hermandad.

El tradicional Belén del Santuario recreo el Arco del III centenario a pequeña escala.

Otro acto digno de reseñarse y hacerlo constar para conocimiento de las generaciones futuras fue la entronización el día 6de diciembre de 2003, en la parroquia de San José de la ciudad de Utrera, de un monumental cuadro pintado al óleo con la imagen de la Divina Pastora de Cantillana, como uno de los actos de clausura de este tercer centenario. Por iniciativa del párroco de aquella y gran pastoreño don José Ortiz Bohórquez, fue colocado en el altar mayor de su templo este bello lienzo obra del pintor local José Antonio Rodríguez Hidalgo, tomando como modelo el que preside el altar de la ermita de la Divina Pastora. Para la bendición solemne, una nutrida representación de nuestra hermandad se trasladó en autobuses a la vecina Utrera, con el estandarte corporativo al frente y el coro flamenco que amenizó la santa misa concelebrada. En cuanto al capítulo de otras donaciones hechas aquel año a la hermandad por parte de los hermanos y devotos, y que engrosaran el ya extenso patrimonio material de la Divina Pastora merecen destacarse las siguientes:
N. H. D. Rafael Mejías Esteban, pregonero del III centenario de la advocación de Divina Pastora en Cantillana, tuvo la gentileza de regalar a la hermandad con tal motivo un artístico cáliz de metal con baño de oro, obra del siglo XIX, que se estrenó en los cultos mayores.

En diciembre de 2003, se entronizó en el Altar Mayor de la Parroquia
de San José de Utrera una gran pintura de la Divina Pastora de Cantillana.

Fue donada a la hermandad una pulsera de oro que pasará a engrosar el importante ajuar de joyas y aderezos de la Divina Pastora. La pieza ha sido regalada por N. H. Dña. Patrocinio González Domínguez.En relación al patrimonio musical la hermandad lo vio incrementado con una nueva copla de novena en honor a la Divina Pastora. La letra de dicha copla fue compuesta por N. H. D. Luis Manuel López Hernández y la partitura musical es obra del tenor sevillano Joaquín Ruíz González. Asimismo, fue  compuesta por N. H. D. Salvador Hidalgo Dorado, una nueva marcha procesional titulada Centenario pastoreño.Dentro también del capítulo de estrenos cabe destacar el de una capa pluvial bordada en seda por N. H. Dña. Consuelo Marroco Díaz según el diseño de N. H. D. José Naranjo Ferrari inspirado en el terno de estilo filipino del siglo XVIII que posee la hermandad. La capa se estrenó en el acto de imposición del nuevo cayado de oro junto a un alba de encaje del siglo XIX.Asimismo, un grupo de hermanos costeó la ejecución de un retrato pintado al óleo de S.M. Juan Carlos I, hermano mayor honorario de la hermandad pastoreña. El cuadro, obra del pintor gaditano Fernando Martínez Pérez, fue colocado en la Sala Capitular de la Casa hermandad.
Además fueron restaurados este año, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, siete lienzos de tema religioso propiedad de la hermandad. Gracias al convenio entre la hermandad y el Departamento de Restauración de la citada facultad, las obras se han sometido a un proceso de limpieza, fijación, reentelamiento y reintegración cromática, colocándose unos nuevos bastidores conforme a los procedimientos habituales en estos casos.  Estos cuadros son los que se exponen  en el camarín, en la ermita de la Divina Pastora y en la casa hermandad.