La Historia es una bella dama que, como le ocurría a la poesía posmodernista, y denunció Juan Ramón Jiménez, muchas veces la visten de “no sé qué ropajes” y la maquillan de colores, la imponen una raza y la codifican en un determinado tipo de valores e ideas.
Divulgar Historia, y más cuando con frecuencia se tratan temas heterodoxos, como es el caso de Memoria Hispana, es materia complicada cuando se tiene que lidiar con algo muy frecuente (y en la mayoría de los casos hasta peligroso): la calidad de las fuentes. Elegir buenas, o malas, fuentes de información es la clave para discernir qué tipo de información estás dando a tu público.
En Memoria Hispana queremos hacer buena divulgación de la Historia. Ese fue el motivo de su creación: un espacio abierto en el cual se presenten temas y asuntos arqueológicos e históricos con un punto…
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