¿Haces ejercicio demasiado intenso? Atento a la Rabdomiólisis

Publicado el 27 enero 2016 por Esferatextual

En el entrenamiento, tanto los más novatos como los expertos, tarde o temprano, terminarán sufriendo el característico dolor de las agujetas, o DOMS, del cual ya hemos hablado en diversas ocasiones en Rincón del Músculo, tanto para explicar qué son, como para desmitificar qué no son (olvídate del ácido láctico y de los remedios caseros para prevenirlas). Sin embargo, debemos conocer una lesión asociada al esfuerzo excesivo: la rabdomiólisis, que puede ser bastante problemática.

Tanto un novato que no está acostumbrado a entrenar como un experto que cada vez exige más intensidad en sus entrenamientos, terminarán sufriendo las conocidas agujetas, que se caracterizan por unos dolores musculares localizados en las zonas ejercitadas. No obstante, el esfuerzo excesivo y otras circunstancias pueden generar rabdomiólisis, una lesión que se caracteriza por una necrosis muscular, liberando diversas sustancias residuales que pueden, en casos graves, provocar una insuficiencia renal.

 ¿QUÉ PROVOCA LA RABDOMIÓLISIS?

Una causa frecuente es un esfuerzo muy intenso al que no está acostumbrado el músculo. Por ejemplo, marchas militares, o ejercicios en personas poco entrenadas en situación de calor y poca hidratación. Corredores de larga distancia con poco entrenamiento, o ejercicios excéntricos o pliométricos de intensidad muy elevada. Hay otras causas, como pueden ser traumatismos, uso de drogas (también el alcohol), alteraciones en los electrolitos (hiperpotasemia, hipercalcemia, hiponatremia…) y algunas infecciones víricas o bacterianas.

Se produce cuando el músculo se deteriora y descompone, liberando sus restos en la sangre. Para el ámbito que nos atañe (considerando no drogas ni enfermedades), podría provocarse por realizar un ejercicio demasiado intenso en unas condiciones no aptas para ello.

 SÍNTOMAS DE LA RABDOMIÓLISIS

Lo complicado de esta lesión es que la sintomatología se puede confundir con las agujetas. Eso sí, los síntomas de la rabdomiólisis son mucho más intensos, pero se puede pensar que simplemente se ha hecho un esfuerzo grande y que por eso las agujetas son tan grandes.

En esta lesión aparece dolor, hipersensibilidad y debilildad muscular, imposibilidad de realizar el movimiento en el arco completo de movilidad, edema, inflamación… Se parece a las agujetas, pero las consecuencias son mucho más severas, limitantes. Una manifestación llamativa es que la orina se vuelve más oscura, algo que se debe tener en cuenta.

Como hemos dicho, se asocia con ejercicio muy intenso, pero claro, esto depende de la persona: para un novato, una clase de spinning siguiendo el ritmo del profesor puede suponer un ejercicio extremo; o bien salir a correr larga distancia con calor y escasa hidratación. Del mismo modo, para un experto un nuevo ejercicio, o un intento de levantar más peso o correr mayor distancia puede ser un desencadenante.

 TRATAMIENTO DE LA RABDOMIÓLISIS

Es necesario acudir al médico para que realice el diagnóstico. Además de los síntomas ya dichos, esta lesión se detecta en ecografía y en resonancia nuclear magnética, además de por otro tipo de pruebas.

En general el tratamiento es de tipo conservador. La aparición suele ser en su forma leve, con lo cual no se suelen producir las complicaciones más graves. En caso de mayor severidad, es necesario un tratamiento médico, incluso hospitalario.

Debemos ser cautos con el ejercicio que practicamos, cuidando nuestro nivel y adaptándolo a él. Tras leer esto, no nos sorprenderemos si vamos al médico o al fisioterapeuta porque nos duelen muchísimo las piernas después de hacer ejercicio y nos pregunte si nuestra orina es más oscura de lo normal.

Así que tened en cuenta que eso del “no pain, no gain“ (sin dolor no hay mejora) tiene sus límites, y acudid pronto a un profesional si las agujetas son extraordinariamente dolorosas.

Bibliografía:

  • Balius Matas, R. & Pedret Carballido, C. Lesiones musculares en el deporte. (Editorial Médica Panamericana: 2013).