Se acercan las fiestas de Navidad y es en estas fechan en las que nos reunimos con los familiares y nos pegamos las comilonas con el dinero que hemos ido poniendo en un ladito, planeamos regalos, quizás algún viaje si vivimos fuera (como es mi caso) y todas esas cosas que nos hacen sentir entre felices y tristes.
Hoy escribo para Creative&Slow este post con intención de reblandecer corazones, un poquito sólo.
Imagen de la web de voluntariado Haces Falta (pincha para ir a su web)
Cada Navidad oímos hablar de iniciativas en comedores sociales, recogidas de mantas para albergues, juguetes y cientos de cosas más.
Te animo a que hagas un exámen de conciencia y te preguntes cuántas veces has ayudado y si puedes hacer un poquito más.
Quizás te vienen a la cabeza mil excusas del tipo "no tengo tiempo", "si no tengo ni para mí", "ya hay otros que se encargan", "en mi barrio no hacen nada".
Te puedo desmontar en cuatro frases todas esas excusas, pero creo que no hace falta, tú mismo sabes que algo, por pequeño que sea puedes hacer aunque la pereza y el egoismo o la apatía y el enfado puedan con nosotros a veces.
Imagen de la web Mensajeros de la Paz, pincha para ir a su página
Para todas aquellas personas o familias en situación de pobreza en nuestro país, que son muchas, saber que el resto de la ciudadanía cuida de ellos en estos momentos tan difíciles es un apoyo moral y un buen empujón para seguir creyendo que una vida mejor es posible.
Ayudar es contagioso: cuando sientes que se te ayuda es más fácil que tu corazón empatice con otros y que tú también quieras ayudar, aunque tengas pocos medios.
Se me ocurren varias cosas que podemos hacer aun sin tener dinero, sólo invirtiendo un poco de tiempo.
Podemos ponernos en contacto con asociaciones que tienen la infraestructura necesaria y que ya organizan recogidas de mantas, juguetes, comida y otras cosas y preguntarles qué necesitan. Puedes usar diez minutos de tu tiempo en poner un papelito en el ascensor de tu finca avisando a los vecinos que pasarás a recoger mantas (o lo que hayas decidido hacer), diles quién eres, hazlo personal, ayúdales a ayudar.
También se puede organizar una rifa, una cena para dos en algún restaurante donde tengas confi y quieran invitar a una pareja por el simple hecho de haber participado en una donación. Tus vecinos no tienen que poner dinero para este sorteo, pueden aportar algún dulce navideño: turrones, mazapanes, melocotón en almibar o cualquier cosa por el estilo. Tú les das un numerito con el nombre del restaurante (para que al menos tengan algo de publi) y relacionas es número con las últimas cifras del sorteo de Navidad. Con lo que hayas acumulado te acercas al comedor social más cercano y lo entregas a quien corresponda.
Comedor Social de la Hospitalidad en Cartagena
Porque todos merecemos un momento de alegría, de relajarnos y disfrutar de la vida, de las reuniones y de recordar que no estamos solos, que sí hay gente que se preocupa por sus conciudadanos.
En estos tiempos tan difíciles intentémos hacérselo un poquito más fácil a los que están en una situación de desesperación, no sólo económica sino moral y emocional.Por poco que hagamos ya estamos ayudando y te sorprenderás de lo mucho que consigues con un poquito de esfuerzo.
La satisfacción de invertir tu tiempo en la felicidad de un desconocido es alimento para el alma.
Investiga qué iniciativas se mueven en tu entorno, seguro que en la web del ayuntamiento hay links en estas fechas. Puedes visitar la página de Haces Falta, por ejemplo, ellos tienen un montón de directorios y opciones para que estas Navidades (y durante todo el año) podamos ser los Reyes Magos de muchas familias.
Y tú? ya has participado de alguna actividad así anteriormente? tienes planeado hacer algo este año?
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