El profesor Ueno recoge un cachorro para su hija. Pronto, la relación entre el profesor y Hachiko, el perro, deviene especial. Cada mañana lo acompaña a la estación y, cada tarde, espera su regreso a las cinco y media. Cada día laborable. Cada mes. Cada año. Se ha forjado una relación basada en la amistad y la fidelidad. Y nada puede romperla...
En Hachiko tenemos a una serie de personajes, pero los principales son dos: el profesor Ueno y Hachiko, un perro akita fiel hasta el final. El resto de personajes aparecen en la novela para afianzar esta impresión de la fidelidad del perro, y para reafirmar el amor que se les coge a los animales cuando vas cogiendo confianza con ellos.
El libro está ambientado en Japón, y además hay ciertos puntos que te trasladan a esa cultura (la tranquilidad, el sosiego, el respeto...). El autor también nos muestra algunos puntos clave de la cultura japonesa, y eso me ha gustado mucho.
Bueno, lo primero que tengo que deciros, aunque algunos ya lo sabéis, es que soy una gran amante de los animales, especialmente de los perros, así que era muy difícil que este libro no me emocionase como lo ha hecho.
El libro, además del contenido escrito (la historia, vamos), tiene unas ilustraciones preciosísimas (no me suelen gustar los libros ilustrados, pero en esta ocasión hicieron que me metiera más aún en la historia). Os dejo aquí abajo una muestra de una de las ilustraciones que más me ha gustado:
Esta historia también me ha cautivado porque, una vez más, enseña que un perro puede llegar a entenderte, acompañarte, escucharte y adorarte más allá de lo que ni siquiera un ser humano puede entender. A través de las poquitas páginas de este libro observamos la veneración que tiene Hachiko hacia su amo, y también vemos que es recíproco, pues el profesor Ueno sientes especial cariño por su fiel amigo.
Nunca dejará de sorprenderme la capacidad que tienen los perros de transmitir y sentir. Es un libro para que aprendamos, para que veamos más allá de lo que nos cuentan, porque... no sé si lo sabréis, pero Hachiko fue un perro real, la historia ocurrió, y eso es quizá lo que más me ha llenado por dentro.
De lectura altamente obligatoria y prioritaria. Creedme... es increíble.