A este respecto se han dado tímidos pasos como el Eurocorp, primera unión de carácter militar que han formalizado algunos miembros de la UE y que sirve de experimento ante la posibilidad de terminar creando un ejército europeo. Pero tal vez han sido estos últimos dos años, en los que hemos visto más cercana esta posible realidad. Tras la inoperancia del continente en los diferentes conflictos de los Balcanes, en los que fue EEUU quién realmente actuó con lideradgo, la operación en contra de la piratería en el Indico ha demostrado la capacidad de actuar de forma conjunta, contundente y adecuada ante una amenaza en la seguridad internacional. La operación Atalanta ha resultado ser la mejor propaganda para la causa.
Pero este movimiento es mucho más significativo, el tratado les obliga a mantener una política común ante retos como la guerra de Irak, en la que sendos gobiernos tomaron caminos distintos, porque ahora las fuerzas armadas tendrán que acudir de manera conjunta en muchos casos. Exactamente lo mismo que ocurriría a escala de la Unión si se construyese un ejército europeo. Una única fuerza militar, una única voz.
Si algún dirigente con carácter y decisión, si acaso nos quedan de esos por el viejo continente, pudiese ver la oportunidad de oro que se le brinda, se lanzaría de inmediato a buscarla. El mayor problema que era el Reino Unido y su flema colonialista y monárquica, ya se ha salvado, tan solo nos falta quien se anime a abanderar el proyecto.